Un reciente estudio realizado por científicos del CONICET reveló una conexión sorprendente entre el ejercicio físico y la mejora de la memoria espacial. La investigación, publicada en la revista iScience, sugiere que hay un entrenamiento específico que nos puede ayudar a mantener la memoria con el paso del tiempo.
El equipo del CONICET, liderado por Daniela Ramírez Butavand, llevó a cabo un estudio con 98 voluntarios de entre 18 y 35 años en el que se llegó a un claro descubrimiento, que marca que existe un entrenamiento en particular que puede ayudarnos a tener una memoria más fuerte.
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El ejercicio que nos puede ayudar a mantener la memoria
Los participantes realizaron un test de memoria en un entorno de realidad virtual, en el cual debían recordar la posición de banderas en un paisaje virtual. Posteriormente, algunos participantes realizaron 25 minutos de ejercicio sobre una bicicleta estática. Los resultados demostraron que aquellos que realizaron el ejercicio recordaron mejor la ubicación de las banderas.
Este estudio se distingue de otros porque se centró en el impacto de la actividad física puntual en personas sedentarias, en lugar de evaluar los efectos del ejercicio crónico. Pedro Bekinschtein, otro de los investigadores del CONICET, destacó la importancia de estos hallazgos al señalar que incluso una sola sesión de entrenamiento puede ser beneficiosa para la memoria recién adquirida.
El hipocampo, una región del cerebro crucial para la memoria, es particularmente vulnerable al envejecimiento y a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El ejercicio, la clave para mantener la memoria
Un artículo publicado en 2019 en el Journal of the International Neuropsychological Society ya había demostrado que 30 minutos de ejercicio moderado en bicicleta fija incrementan la actividad en los circuitos cerebrales del hipocampo, mejorando las funciones cognitivas. Los investigadores observaron estos cambios mediante resonancias cerebrales funcionales en personas de 55 a 85 años después de realizar ejercicio.
La prueba consistió en recordar nombres famosos y nombres aleatorios de una guía telefónica, actividad que estimula los circuitos de la memoria semántica, los cuales tienden a deteriorarse con el tiempo. El estudio concluyó que el ejercicio regular podría ayudar a aumentar el tamaño del hipocampo y, con ello, mejorar la memoria.
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Bekinschtein destacó que, aunque la actividad física frecuente es conocida por sus beneficios cognitivos, la dificultad para mantener una rutina regular lleva a muchos a abandonar el ejercicio.
El estudio del CONICET sugiere que incluso un breve período de ejercicio puede tener efectos positivos inmediatos en la memoria, lo cual podría motivar a más personas a incorporar actividad física en su vida diaria.
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