El 7 de agosto, miles se congregan de las parroquias que están bajo la insignia de este santo para pedir por su intermediación.
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Cada 7 de agosto se celebra San Cayetano.
¿Cuál es la oración a San Cayetano para pedir por trabajo?
Según la Iglesia Católica, una de las oraciones de San Cayetano es:
"¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento".
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Además, vale la pena mencionar que en el barrio de Liniers, en Buenos Aires, semanas antes del día en que se conmemora la muerte de San Cayetano, hay personas que duermen en carpas para ser los primeros en agradecer los favores logrados por su intermediación. Se puede decir que en la mayoría de los hogares católicos argentinos está su estampa.
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Cada 7 de agosto se celebra San Cayetano.
La leyenda popular asegura que un campesino de principios del siglo XIX pasó frente a una imagen del santo camino a su casa. Venía de tener un pésimo día en sus campos de trigo, donde no había podido cosechar nada debido a una sequía que lo abrasaba todo desde hacía meses. El hombre se bajó de su carreta y le rezó a aquella imagen, pidiéndole que salvara sus trigales y dejándole como ofrenda unas pocas espigas que había logrado recolectar.
Le prometió a Cayetano que si recordaba su pedido difundiría su ayuda y daría a conocer quién era. Antes de que llegara a su casa se desató una tormenta, y el anónimo se dejó empapar por aquella bendición y por su promesa. Y la difusión del milagro de los trigales fue tan grande que sus fieles comenzaron a ofrecerle el origen del pan, y pasó a ser conocido como "el santo de la espiga" y el patrono del pan y el trabajo, sólo en Argentina, ya que el santo del trabajo en el resto del mundo es San José (por tratarse del carpintero más famoso).