El moho es un hongo microscópico que sin duda son el terror de muchos hogares. Crece en ambientes cálidos y húmedos con poca ventilación, por eso los baños y los altillos suelen tener este problema.
Si bien las principales causas son la humedad y la falta de ventilación, a veces, la aparición de moho puede deberse a una filtración en alguna cañería interna o externa. Los caños de calefacción mal aislados también pueden acumular humedad en las paredes.
Este tipo de hongo suele aparecer en esquinas de habitaciones con poca luz solar, en baños, cocinas y sótanos. También en paredes con filtraciones de agua o condensación.
Eliminarlo rápido es fundamental para evitar que se expanda y se convierta en un problema mayor. Por eso, te enseñamos un truco que tienes al alcance de la mano.
El truco consiste en combatirlo con la lavandina. El hipoclorito de sodio (cuya disolución en agua es conocida como lejía, cloro o lavandina, según la zona) es un compuesto químico, fuertemente oxidante, de fórmula NaClO.
Por eso, cuando se trata de cuidar el hogar, se convierte en un desinfectante muy potente, capaz de matar hongos, bacterias y esporas. Usarla correctamente garantiza resultados inmediatos y duraderos. El paso a paso es sencillo, pero siempre hay que hacerlo con precaución.
Primero protégete antes de empezar usando guantes, gafas y mascarilla para evitar irritaciones. Ahora prepara la mezcla. Tenés que diluir una parte de lavandina en dos partes de agua.
Es el turno de aplicar la solución con un pulverizador, esponja o trapo, poniendo la mezcla directamente sobre la zona con moho. Hay que dejar que el producto actúe por entre 10 y 15 minutos y que la lavandina haga efecto.
Bien, el cuarto paso es frotar la superficie con el cepillo o trapo que hayas seleccionado para retirar el moho. Por último, limpia con agua y ventila bien la habitación para que la humedad no vuelva a acumularse. Es muy importante que no pases el cepillo en seco.
El secreto de la lavandina está en su principio activo: el hipoclorito de sodio. Este compuesto actúa como un agente oxidante que destruye las membranas celulares del moho y desactiva sus esporas. Al romper la estructura del hongo, evita que siga creciendo o que vuelva a expandirse en la superficie.
Además de matar el moho, la lavandina tiene un efecto blanqueador, lo que ayuda a eliminar las manchas negras o verdosas que suelen quedar. De esta forma las paredes de tu casa quedarán blancas y sin ningún hongo que conviva en tu casa.
Si bien el truco es muy efectivo, hay que tener en cuenta algunas precauciones: nunca mezcles lavandina con otros productos de limpieza como amoníaco, ya que puede liberar gases tóxicos. Si el moho cubre una gran superficie, lo recomendable es consultar a un especialista.
Si en tu casa hay bebes, niños pequeños, adultos mayores o personas con problemas respiratorios, es clave reforzar la ventilación después de limpiar.