“Desde el puesto policial hicimos controles normales, no se detuvo a todos los vehículos. Pero el tránsito fue muchísimo más intenso por la celebración religiosa”, detalló Ramírez. La festividad, que gira en torno al Señor de la Quebrada, reúne cada año a miles de fieles que llegan desde distintos puntos del país, especialmente durante el fin de semana largo de mayo.
Gabriel Camilletti, uno de los viajeros afectados, relató: “Viajaba a Buenos Aires y a unos 5 kilómetros antes de llegar a Desaguadero se detuvo el tránsito. Pensamos que era un accidente, pero no había nada en Google Maps. Íbamos a paso de hombre, y cuando llegamos al peaje, había 3 cabinas funcionando con colas enormes. Estuvimos 1 hora 40 minutos para cruzar. Es increíble que en 2025 todavía tengamos una frontera de provincias con un solo carril”.
Feliciano Acosta, otro automovilista que se dirigía a Río Cuarto, tuvo una experiencia similar: “Estuvimos 45 minutos esperando. En nuestro caso, la policía pedía carnet y papeles, pero muchos pasaban sin ser frenados. En el control fitosanitario fue rápido, aunque la fila era eterna”. Y concluyó, indignado: “Parece que vivimos en el siglo pasado, aún en plena era de la tecnología y las comunicaciones”.
"Lo que debería ser una autopista ágil se convierte en un embudo sin lógica"
Del lado mendocino, no hubo mayores controles, lo que generó aún más sorpresa entre los conductores: el problema no era salir de la provincia, sino entrar a San Luis.
Los testimonios coinciden en algo: lo que debería ser una autopista ágil, se convierte en un embudo sin lógica cada vez que hay mayor flujo de tránsito. Una mujer que se dirigía a San Luis afirmó: “Estamos parados a 4,2 km de Desaguadero. No se mueve nada”. Otro viajero lo resumió con ironía: “El cruce está tan demorado como el paso a Chile. Un horror”.
¿Qué pasará este domingo?
Desde la Policía de San Luis estiman que este domingo el tránsito podría estar normalizado, ya que la mayoría de los fieles ya habrán regresado. Sin embargo, el problema de fondo sigue sin resolverse: controles superpuestos, infraestructura insuficiente y descoordinación absoluta entre organismos.
Las quejas se repitieron con las imágenes de autos detenidos en plena ruta que no deberían ser parte del paisaje habitual. “En un país donde se debate sobre inteligencia artificial y tecnología, la frontera entre Mendoza y San Luis sigue operando como hace veinte años”, concluyó otro conductor.