El hotel era muy acogedor. Se trataba de una casona con pileta, bar y un jardín especialmente diseñado para recibir a los turistas. Pero la pandemia acabó con el hotel y con el sueño de su dueño Jorge Burton.
Ante la desolación, Burton decidió cerrar las puertas y a través de Facebook subastó todo el mobiliario, sábanas, utensilios de cocina, heladeras, lavarropas. Todo.
En pocas horas se fue todo y el hotel quedó vacío.
"Sobrevivimos vendiendo nuestras cosas con la esperanza de que se renueve el turismo en julio, después en septiembre, después en verano, pero parece que 2021 va a ser todavía peor. Seguir hubiera significado seguir perdiendo plata porque hoy en día no tenemos ni el 10 por ciento del movimiento habitual de un mes de enero", contó al sitio Lavozdecataratas.com.
Burton alquilaba el lugar y los propietarios dejaron de cobrarle en abril pasado, pero no fue suficiente para mantener el emprendimiento. El empresario destacó la ayuda que significó para el sector los ATP, pero no fue suficiente.
No es el primer hotel que cierra en la zona. Se cree que el número llega a la mitad de los alojamientos abiertos hace un año atrás. Sin el turismo, solamente quedó la esperanza pero no fue suficiente.