Para cosechar aguacates grandes y llenos de sabor, no solo debemos poner el ojo en el riego o en el uso de abonos y fertilizantes. El árbol de palta, como casi cualquier otra planta, necesita de la poda para estimular su floración y fructificación. Sin embargo, es menester saber cuándo hacerla para no dañar a la Persea americana. A continuación, la sugerencia de un experto en jardinería.
Árbol de palta: cuándo y cómo podar la planta para cosechar aguacates grandes y llenos de sabor
El árbol de palta necesita distintos cuidados de jardinería para crecer adecuadamente. La poda es una de las tareas impostergables que nos permitirán disfrutar, posteriormente, de una cosecha próspera.
Según el canal de YouTube ‘Laderas del Naranco-Fruticultura y Jardinería’, si el árbol de palta es joven, debe podarse después del cuarto año. A partir de ahí, se tiene que podar cada vez que concluye la cosecha y que la planta deja de dar aguacates. Esto nos permitirá preparar el ejemplar para el siguiente ciclo.
El experto en jardinería señala que el objetivo principal de la poda, tanto de formación como de mantenimiento, es asegurar que la copa permanezca abierta y equilibrada, permitiendo una óptima entrada de luz y aire. Estos dos factores son fundamentales para garantizar una buena fructificación y ejercer un control natural sobre plagas y enfermedades.
En este sentido, el proceso de poda sigue una serie de criterios que los conoceremos a continuación:
- El primer paso es eliminar toda la madera muerta, ramas secas, rotas o dañadas que puedan convertirse en puntos de entrada o desarrollo para patógenos. Los cortes deben realizarse siempre cerca del tronco o del tejido vivo, pero es crucial no cortar nunca a ras, sino dejar un pequeño margen para que la herida cicatrice de forma natural sin causar un daño excesivo.
- El secreto de una poda exitosa reside en el equilibrio. El podador debe dar varios pasos hacia atrás y observar el árbol de palta para detectar descompensaciones. En esta fase, se eliminan las ramas que compiten con el eje central o que crecen hacia el interior de la copa, ya que estas ramas interiores proyectan sombra y evitan la ventilación.
- Dado el grosor de las ramas de la Persea americana, es esencial proteger las heridas de corte con masilla cicatrizante que podemos comprar en cualquier vivero. Además, después de la aplicación inicial, se debe revisar la herida cada tres o cuatro días durante el primer mes, especialmente si hay lluvias, para asegurar que la protección no se haya abierto o desprendido.