La Real Academia Española define una plaga como una aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan grandes daños en poblaciones animales o vegetales.
Las plagas también pueden alterar y afectar la vida humana así como transmitir enfermedades a las personas.
Muchas plagas son sigilosas y van dejando rastros de sus destrozos por toda la casa. Se esconden en rincones oscuros y salen por la noche en busca de alimento para su desarrollo.
Cuando una plaga se instala en casa y comienza a reproducirse, es muy difícil eliminarla con trucos caseros. Lo mejor es consultar y contratar a un especialista en plagas para solucionar el problema y frenar el daño.
Cada plaga tiene su consecuencia particular. En la casa las termitas arruinan la madera, las chinches dejan picaduras por todo el cuerpo, las ratas transmiten enfermedades y dañan objetos, las cucarachas son asquerosas y sucias. Sea cual sea la especie, es un problema para el equilibrio del hogar.
Quizás las peores plagas son las más silenciosas como las termitas. Este insecto es un destructor que pasa desapercibido y va dañando la madera o celulosa de toda la casa. Los daños causados por las termitas pueden hasta derrumbar estructuras básicas de la casa.
Las termitas se reproducen muy rápido y avanzan a gran velocidad. No controlarlas a tiempo puede ser un problema muy caro y frustrante. Esta es una de las peores plagas de la casa pero no es tan común como otras.
En segundo lugar podemos colocar a las cucarachas. Insectos muy frecuentes en casa que aparecen en busca de comida y resguardo. La cucaracha ingresa por tuberías, grietas y basura. Son intrusos muy antihigiénicos.
La cucaracha es una plaga que se reproduce rápido, tiene mayor actividad de noche y en contacto con la cocina o los alimentos pueden transmitir distintas bacterias o enfermedades. Se alimentan de restos de comida, grasa y residuos orgánicos.