Un grupo de científicos ha detectado un fenómeno tan extraño como inusual: el hecho de que ser formen anillos de burbujas en medio del océano, algo que hace poco había pasado completamente desapercibido, y que cuya explicación se encuentra en nada menos que en un animal.
Este fenómeno en el océano es provocado por un animal
El fenómeno explicado fue descrito en una publicación en la revista Marine Mammal Science, y puedes acceder a las conclusiones del mismo a través del link que se muestra a continuación. Además, fue respaldado por investigaciones anteriores.
Ballenas jorobadas, la explicación detrás de este fenómeno
Como se mencionó anteriormente, trabajos anteriores han mencionado el hecho de que los cetáceos forman burbujas que varían en formas y tamaños y contextos. Todo esto ha sido respaldado en este estudio.
Este comportamiento de la ballena jorobada podría estar relacionado con actitudes completamente curiosas e incluso juguetonas entre ellas y hacia los seres humanos.
Para llegar a las conclusiones de este estudio, los científicos analizaron siete de nueve burbujas que fueron calificadas como "inquisitivas". En todos ellos, el animal siempre tuvo una relación de proximidad con los investigadores.
Estos anillos generaron un gran misterio desde su aparición. Sin embargo, se pudo comprobar que esta ballena los genera, y los motivos aparentes pueden ser los siguientes:
- Reproducción: durante las exhibiciones agonistas donde compiten por la proximidad a una hembra.
- Caza: cuando quieren cazar a sus presas, las ballenas jorobadas también suelen formar este tipo de círculos en el océano.
- Comportamiento social: algunos estudios sugieren que los anillos de burbujas podrían ser una forma de comunicación o interacción social, como si las ballenas estuvieran "hablando" entre sí.
- Otros propósitos: también podrían ser una forma de demostrar fuerza o dominio.
Olas cuadradas en el mar, el otro fenómeno oceánico
Dejando de lado a las ballenas, hay que decir que hay otro fenómeno, también conocido como mar cruzado, que surge de corrientes del mar que chocan entre sí a gran velocidad y con mucha fuerza, apareciendo con una gradualidad normal y en distintos puntos de la superficie.
Para que se produzca este fenómeno, los vientos y las corrientes marinas confluyan en ángulos cercanos a los 90 grados. Esto crea una imagen tan impresionante como peligrosa y, aunque no tiene nada que ver con un animal, los expertos recomiendan alejarse de ella tan pronto como se pueda.