Las velas son uno de los elementos tradicionales más utilizados en el hogar. Sin embargo, uno de los problemas más comunes radica en su corta duración. Lo que muchos no saben, es que pueden recurrir a la sal como un remedio casero para solucionarlo.
Las velas son uno de los elementos antiguos más utilizados dentro del hogar
Generalmente, la duración de las velas está atravesada por distintos factores, como la calidad del elemento, la forma que se quema y el tipo de cera utilizada.
Por qué recomiendan agregarle sal a las velas de casa
La sal es un mineral más que cotidiano y que se ha convertido en un aliado para miles de situaciones del día a día. Dentro de sus funciones, una de ellas es la de prolongar la vida útil de las velas.
Esto último es posible debido a que la sal actúa como un regulador térmico, ayudando a que la cera se derrita de manera más lenta y uniforme, lo que permite que la vela arda por más tiempo.
Al remojar las velas de tu casa previamente en sal, por lo menos unas horas, se crea una barrera protectora en la cera que la hace más resistente al calor.
Otra de las formas efectivas es esparcir sal alrededor de la llama una vez ya encendida. Sin embargo, al usar este método hay que ser precavido, ya que la sal al tener contacto con el fuego puede generar pequeñas chispas. Esto es algo que pasa, por ejemplo, a la hora de hacer un asado.
La sal es un recurso sencillo y económico que ayuda a resolver el problema de la corta duración de las velas. La próxima vez que vayas a hacer uso de una, no dudes en utilizar este truco casero.
Otras formas para hacer durar las velas de casa
Además de hacer uso de la sal, puedes acudir a otros trucos caseros para estirar la duración de las velas dentro de tu casa:
- Limpiar las velas con frecuencia: eliminar polvo y la suciedad con un paño húmedo regularmente para que se derrita más lenta la cera.
- Esmalte de uñas transparente: aplicándolo antes de encender la vela, se estira considerablemente la duración de la misma.
- Guardar en el frigorífico: esta acción, por el frío, retrasa el derretimiento de la vela.