La Asociación de Propietarios de Camiones (Aprocam) denunció este miércoles que son más de 3.000 los transportistas que han quedado varados en alta montaña a la espera de que el paso Cristo Redentor quede habilitado para poder cruzar a Chile luego de tres días de cierre.
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Los cortes de tránsito en el corredor internacional típicos de la época invernal no son el único inconveniente al que debe enfrentarse el transporte de carga durante este 2020 ya que el contexto de pandemia ha complicado aún más la situación.
El lunes la coordinación del paso determinó el cierre del mismo debido a las malas condiciones del tiempo y la acumulación de nieve en la calzada. Desde entonces, no se volvió a abrir y los camiones fueron incrementando la fila de espera.
Desde Aprocam se mostraron cansados por este tipo de episodios y señalaron que no se trata de una cuestión climática. "Muchos más camiones documentados podrían haber cruzado la frontera. Este atasco es debido a la falta permanente de coordinación de los organismos", indicaron a través de un comunicado.
"El lunes, por la falta de coordinación de Vialidad Nacional en la limpieza del camino, sólo se liberaron unos pocos camiones en Punta de Vacas cuando al menos podríamos haber sacado 500 unidades”, detalló Carlos Messina, propietario de empresa de transporte internacional.
"Había muchos más camiones documentados en Uspallata, y podrían haber pasado perfectamente porque el clima lo permitía. Lo que falta es coordinación, entre Vialidad y el ACI Uspallata, todo esto fue documentado por miembros de Aprocam que se encontraban allí el lunes", reclamaron.
Los empresarios también apuntaron la responsabilidad hacia el Gobierno de Mendoza. "Se debería exigir que cuando las condiciones lo permitan, el paso funcione en forma expedita, y no se generen acumulaciones de camiones para evitar los focos de contagios; son cientos de camiones detenidos varios días con choferes de todas las nacionalidades por motivos que en muchos casos no son climáticos, sino por la forma en que opera el paso", expresaron mostrando un malestar que se ha incrementado en las últimas semanas.
Además denunciaron que desde el Ejecutivo se ha instrumentado como "como único paliativo generar estacionamientos y pedirle a provincias vecinas como la de San Juan que no dejen ingresar a los camiones".
"El personal ha sido expuesto a condiciones donde no se cubren las necesidades básicas, le impiden a la gente llegar a sus hogares, también están impidiendo el tránsito de los camiones que van a Pino Hachado, en lugar de minimizar los riesgos, generan violaciones constitucionales como el derecho de circular y trabajar", aseguraron en otro de los párrafos del comunicado.
Por otra parte, también se puso de manifiesto una situación que ha venido siendo denunciada por parte de los conductores desde que inició la pandemia y que se relaciona con la sensación de que son estigmatizados por el Gobierno y la sociedad.
"Han tomado al transporte de cargas para culpabilizarlo por la transmisión del virus. Desde que empezó la pandemia, Mendoza ha movido por sus pasos fronterizos más de 400 mil camiones, con un mínimo índice de contagio en el personal de las empresas, lo que demuestra el compromiso, la preocupación y el cuidado del sector por mantener a su personal y seguir prestando un servicio esencial para la comunidad", recalcaron.