La abogada de la joven asaltada mientras atendía un kiosco en Godoy Cruz, Susana Soleti, adelantó que solicitará que la causa también contemple el delito de "lesiones graves" por los daños psicológicos que padece su clienta.
La abogada de la joven asaltada mientras atendía un kiosco en Godoy Cruz, Susana Soleti, adelantó que solicitará que la causa también contemple el delito de "lesiones graves" por los daños psicológicos que padece su clienta.
Consultada por Radio Nihuil sobre el estado psíquico de Antonella -la víctima-, Soleti manifestó que la chica no puede volver a trabajar ni salir con sus amigos por el trauma que le dejó el asalto, ocurrido cuando un delincuente ingresó al comercio simulando ser un cliente. La golpeó, la arrastró por el piso y la amenazó de muerte. La joven contó que se salvó por "hacerse la muerta" y logró escapar descalza para pedir ayuda.
Soleti anticipó que pedirá un cambio en la calificación legal de la causa: solicitará que se sume la figura de "lesiones graves" en el plano psicológico, ya que han pasado varias semanas del hecho y la víctima no logra recuperarse emocionalmente.
"La ley contempla que las lesiones graves no son solo las físicas, también las que afectan la salud mental y le impiden a la persona llevar adelante su vida habitual", argumentó la abogada.
"Antonella no solo está en tratamiento psicológico sino que también está medicada, por esto hemos pedido que se agregue el estrés postraumático al expediente", explicó la letrada.
La representante legal de Antonella manifestó que el próximo paso es el pedido de audiencia para dictar la prisión preventiva del delincuente.
"Vamos a apoyar el dictado de la prisión preventiva y vamos a rechazar cualquier tipo de morigeración o beneficio porque el imputado ya tiene sobre él, además de la causa de Antonella, siete causas más".
Lo que señaló Soleti es que el hombre acusado de atacar a la joven trabajadora, Carlos Javier Estrada (38), no puede estar en libertad por el peligro que representa para la sociedad.
"Una persona que tiene tal desprecio por la vida humana no puede estar libre", destacó la abogada.
El violento asalto ocurrió en un kiosco ubicado sobre calle Hipólito Yrigoyen, a metros de San Martín, en el límite entre Ciudad y Godoy Cruz. Según contó Antonella, era la segunda vez en menos de un mes que el mismo delincuente robaba en el local.
El atacante ingresó cerca de las 7.30 de la mañana, fingió ser cliente y, sin preocuparse por las cámaras de seguridad, saltó la caramelera y se lanzó sobre la joven. La golpeó brutalmente, la tomó del cuello y la arrastró por el piso mientras la amenazaba de muerte.
"Me tuve que hacer la muerta para que me dejara y así logré escapar. La primera vez que intenté salir me arrastró de los pelos", relató Antonella en una entrevista con Radio Nihuil.
Las imágenes del asalto, que circularon por redes sociales y medios locales, reflejan la violencia del ataque y la desesperación de la víctima por salvar su vida.