Y explica que esto se da porque “se utiliza la crisis, digamos, como una oportunidad para acercar a todos los adolescentes a los servicios de salud que de otra manera no lográbamos tenerlos; nos acercamos al joven o a la joven y a todo su grupo familiar o afectivo”.
Es que el CIPAU ofrece una atención integral, a través de un equipo interdisciplinario de trabajo que recibe en promedio unas 20 consultas diarias. Desde su inauguración en 2017 hasta la fecha, más de 3.000 jóvenes han transitado por sus instalaciones. Y debido a la creciente demanda en tiempos postpandemia, acaba de ser inaugurado un servicio de guardia y preinternación.
El lugar cuenta con 12 camas de internación y un servicio de guardia en el cual se resuelven muchas de las urgencias en salud mental, evitando la internación tal como lo indica la Ley Nacional 26.657 de Salud Mental del año 2005. No obstante, la guardia estaba integrada a la internación en un lugar que no era el adecuado.
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El nuevo espacio para la guardia del CIPAU.
Cristian Lozano.
“Este módulo que estamos estrenando ahora, que amplía nuestro edificio, tiene todas las condiciones técnicas y de dignidad para una atención integral adecuada de los jóvenes”, remarca sobre las nuevas áreas de guardia y preinternación el psicólogo Gustavo Moreno, a cargo del CIPAU.
Así entonces, a la atención de guardia de 24 horas que tiene desde 2017 se suma un dispositivo nuevo integrado por tres boxes de preinternación donde los chicos pueden ser internados con sus familias, de seis a 48 horas, sin pasar a la internación. “Aquí podemos trabajar intensivamente tratando de resolver la problemática individual y familiar del adolescente, para evitar la internación”, sostiene Moreno, y agrega: “Esto le da un potencial mucho más fuerte al accionar de nuestro equipo para un montón de situaciones que sin este dispositivo terminaban en internación”.
Las consecuencias mentales de la pandemia
De las 10 a 20 consultas por día en la guardia, la mayoría tienen que ver con el seguimiento diario que se le hace a la persona para evitar la internación durante el período que dura la urgencia; otros casos son primeras consultas, las que aumentaron considerablemente a partir del 2021, después de la pandemia.
“Sí, se incrementaron las consultas, es más, se duplicaron de unas 300 a unas 600 consultas por año. Se ve un aumento en casos de intento de autoeliminación con distintos métodos como también las autolesiones. Esto es lo que más se ha notado”, confirma Gustavo Moreno. Mientras que Deborah Trovarelli, su colega y coordinadora del centro asistencial junto a él, aporta: “Entre las causas, se da el hecho de que los adolescentes hoy están un poco desorientados respecto a las perspectivas de vida, de futuro; entonces vemos más jóvenes depresivos, como que se van desinflando de alguna manera, o percibimos prácticas de goce más compulsivas que tienen que ver con los consumos problemáticos”.
La directora Elizabeth Liberal considera que con la inauguración de la sala de preinternación y guardia “le damos la oportunidad al joven que pueda tener una internación muy breve con todo un equipo trabajando para él y su familia, evitando una internación prolongada; esto se hace en base a una política de salud pública referida a los y las adolescentes, porque vimos que con la pandemia se agudizó la problemática en esta franja etaria de los 14 a los 17 años, vimos mucho el aislamiento, las depresiones, además de las autolesiones o intentos de autoeliminación; la pandemia cambió nuestras vidas cotidianas y los hábitos sobre todo en la adolescencia”.
Y más acá en el tiempo, la especialista advierte: “Estamos pasando por una situación socioeconómica muy difícil que se hace caldo de cultivo para problemáticas de consumo, adicciones, y consumo no sólo de drogas legales o ilegales sino también del consumo tecnológico, de las pantallas. Si bien es inevitable el avance y el progreso de la tecnología, hay que tener en cuenta que su abuso también es una forma de consumo problemático”.
El CIPAU atiende trastornos psicóticos, crisis de pánico, toda la esfera de las patologías mentales; pero -coinciden los responsables del centro asistencial- que “nos ha llamado mucho la atención el aumento de la ideación suicida, las autolesiones y los intentos de suicidio luego de la pandemia por Covid, algo que era menos frecuente antes del 2020”.
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La nueva sala de preinternación asegura un espacio acorde para la atención integral del adolescente en crisis.
Cristian Lozano.
En este contexto, la trabajadora social Gretel Godoy forma parte del equipo interdisciplinario de este centro asistencial, y considera que “la pandemia ha venido a revelar la importancia de la salud mental, la necesidad de acompañamiento; esto se nos presenta como un desafío para poder pensar y articular espacios de trabajo desde lo colectivo, lo solidario, de un trabajo en red y de sensibilizar a la población para que podamos todos trabajar desde distintos lugares y no sólo desde los espacios propiamente de salud sino desde la comunidad en general como pueden ser las escuelas, los clubes, los espacios culturales, comunitarios”.
Un trabajo en red para la atención de los jóvenes
Para Trovarelli, con la apertura del nuevo servicio de guardia y de preinternación “apuntamos a lo que establece la Ley de Salud Mental que es tomar la internación como último recurso; y en estas camas de preinternación son junto con un familiar o referente afectivo, porque apostamos a un tratamiento intensivo y breve, que evite la internación y que involucre a los padres o referentes afectivos en el trabajo terapéutico con los adolescentes”.
El edificio de CIPAU se dispone con sus instalaciones para una atención integral, donde el parque recuperado se presta para el desarrollo de los talleres artísticos o las entrevistas.
Los chicos no sólo reciben atención específica de parte del equipo interdisciplinario de salud mental, sino que el marco del dispositivo es grupal, interactúan con otros jóvenes, reciben una grilla de múltiples talleres y actividades a través de las cuales, después de ese momento de crisis en el que se pierde la posibilidad de la palabra y la angustia inunda, pueden empezar a expresarse bajo diferentes espacios recreativos, artísticos o deportivos. “Estos espacios se brindan para que ellos puedan ir poniendo en palabras ese malestar que los aqueja”, aporta Moreno. Mientras que Trovarelli afirma: “Se logró brindar un lugar más digno, más amigable, más humanitario para los pacientes”.
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En el parque se disponen aparatos para el ejercicio físico y se hacen talleres artísticos y encuentros grupales.
Cristian Lozano.
En este sentido, la funcionaria Elizabeth Liberal define al CIPAU como un espacio de atención a la salud mental de los adolescentes “donde nos centramos no en el control ni en el encierro, sino en el tratamiento para el mejoramiento de su vida, cerca siempre de su comunidad”. Para la especialista, “más allá de la internación breve, contemplamos que esa persona debe estar incluida socialmente, por eso trabajamos de forma intersectorial, con cultura, con educación, con deporte”.
Y refiere al abordaje integral que ofrece el CIPAU: “Apenas ingresa el joven se le realiza una revisión física completa y luego se trabaja con un equipo interdisciplinario y con distintos talleres que para la salud mental tiene que ver mucho con ese proceso de rehabilitación para volver a incluirlo en su comunidad”.
Clases de yoga, judo, kick boxing, radio, artes plásticas, dibujo, huertas, reducción de daños, son algunos de los talleres que desarrollan allí los chicos. “Es una manera distinta de incluirlos socialmente, no es el tratamiento conservador, solo del psicólogo, el trabajador social y el psiquiatra; buscamos que la persona pueda desarrollar a través de todos estos talleres todo su potencial que a veces ni saben que lo tienen”, resume Elizabeth Liberal.
La directora de Salud Mental y Adicciones de Mendoza remarca que se pretende una manera de acogerlos en la institución “sin una mirada punitiva, al contrario, acompañándolos en el proceso, no sólo al adolescente sino también a todo su grupo familiar; porque es imposible trabajar con el adolescente o la adolescente sin trabajar también con sus padres o referentes afectivos”.
En tanto, la trabajadora social Gretel Godoy sostiene que en el CIPAU “se toma como centro al adolescente, su proceso de salud, considerando sus necesidades, intereses, proyectos de vida, demandas; y poniendo énfasis en su proceso de autonomía”.
Adónde acudir
El Centro Integral Provincial de Atención de Urgencias del Adolescente (CIPAU) atiende problemáticas del adolescente entre 14 y 17 años y 11 meses, y lo hace desde un trabajo interdisciplinario e intersectorial, en relación con otras instituciones y organizaciones sanitarias, comunitarias y sociales. Está ubicado en la esquina de 9 de Julio y Pedro Goyena s/n, de Guaymallén.
Los chicos y las chicas menores de 13 años pueden recibir asistencia en salud mental en el hospital Notti. También el hospital Carrillo de Las Heras recibe adolescentes, así como otros centros asistenciales.
Para mayor información, se puede visitar el sitio web oficial de la Dirección de Salud Mental y Adicciones de Mendoza, https://www.mendoza.gov.ar/salud/dependencias/salud-mental-y-adicciones/
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