Piden aumento atado a la inflación

Sin acuerdo, comenzó la paritaria decisiva entre Gobierno y los gremios estatales 

Los trabajadores pedirán que no haya subas en negro y que se adelanten los aumentos planeados para la segunda parte del año. La base de negociación será el 45,5% de incremento con revisiones en septiembre. Aún así, está debajo de la inflación prevista.

Desde las 9 de este lunes, ATE y otros sindicatos de trabajadores abrieron una nueva negociación con referentes de Gobierno para acordar los aumentos salariales de 2022. Algunas agrupaciones insisten en un 55% de incremento, como respuesta al ofrecimiento oficial que se hizo a mediados de febrero. Además, anticiparon que no tolerarán sumas en negro, por lo que rechazan los $115.600 a pagar en cuotas que la admiración de Suarez puso sobre la mesa.

La relación está tensa. Los reclamos de los gremios durante los festejos vendimiales no cayeron bien y hasta el propio Gobernador les recriminó que con su actitud "no estaban cuidando a la celebración”. El reproche vino luego de que el SUTE irrumpiera en la Fiesta de la Cosecha con pancartas y hasta repartiendo botellas de vino que pedían por salario en blanco; pero a eso se sumaron las marchas en el carrusel, donde se incorporaron al menos siete agrupaciones más.

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"Vino tinto, salario en blanco", las botellas que entregaron trabajadores de la educación en la Fiesta de la Cosecha y generaron el repudio de Suarez.

La postura es similar para casi todos los estatales: no quieren ningún tipo de pago en bonos y no sólo exigen formalizar las propuestas para este ciclo, sino también hacer remunerativos los $7.200 que complementaron los aumentos de 2021. Además, están disconformes con los tramos en que se dispusieron los porcentajes de incremento (en marzo sería de 16% y en noviembre finalizarían con un 4%). Aseguran que estarán perdiendo poder adquisitivo casi todos los meses.

Ese último punto será uno de los que muevan el primer debate de esta semana. Trascendió que uno de los requerimientos que escucharán los miembros del Gobierno será revisar los tiempos en que se apliquen esas subas. En concreto, que adelanten esas correcciones para llegar a mediados de año con sueldos al menos un 20% más altos que los actuales.

Fuentes del Ministerio de Trabajo aseguran que lograron avances en las mesas técnicas de diálogo, pero no adelantaron nada preciso. Por su parte, desde el SUTE manifestaron a Diario UNO que no hubo mayores novedades en ese encuentro de la semana pasada y que apuestan todo al careo de este lunes: “Seguimos como antes; las escuelas ya hablaron en nuestro plenario provincial y tenemos una sola postura: queremos escuchar cifras mejores que las que nos llevaron la primera vez, o seguirán las medidas de fuerza”, afirmaron.

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Los docentes ya entregaron una contraoferta por escrito y en la mano a José Thomas, el titular de la DGE.

Los docentes ya entregaron una contraoferta por escrito y en la mano a José Thomas, el titular de la DGE.

Los números que piden los gremios

Hay una distancia de casi 15% en las contraofertas que preparan algunas agrupaciones, al menos de acuerdo a lo que expresaron sus secretarios generales -y atendiendo a que, muchas veces, esos dichos son parte de la negociación con el Gobierno-. Para ATE, el incremento debe ser mayor al 55% (afirman que a principios del mes pasado pensaban solicitar el 60%), mientras que los docentes anunciaron que aceptarían el 45,5% más cláusula de revisión, como contaron a Paola Alé a fines de febrero.

Ese número se desprende del acuerdo al que llegaron a nivel nacional con los educadores nucleados en CTERA. Si la administración mendocina acepta esas condiciones, habrá una nueva instancia para rever los salarios a mediados de septiembre, con la posibilidad de rediscutir los porcentajes para el último trimestre del año.

Hay que tener en cuenta que la inflación proyectada por los propios analistas del Banco Central ya se ubica en torno al 55% (sería una cifra récord para los últimos 32 años) y se espera que en febrero los precios hayan crecido otro 3,9%. Así lo expresaron este viernes en los documentos del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que depende de la entidad conducida por el mendocino Miguel Pesce.

A ese ritmo, los 16 puntos de aumento con los que el Gobierno intenta sentar las bases de la negociación se verían superados en poco más que cuatro meses. Aunque a esa oferta hay que agregar las sumas no remunerativas, el arco entero de los estatales anticipó que volverá a rechazar cualquier tipo de proposición en negro.

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