Alcoholímetros en el laboratorio de Luján
En el nuevo laboratorio del INTI en Luján, se podrán certificar los alcoholímetros de toda la región de Cuyo. Eso abarata los costos y agiliza esas certificaciones que hasta ahora solo se hacían en Buenos Aires o La Rioja.
Foto: Archivo
"Nosotros incrementamos los controles de alcoholemia usando los alómetros, pero nos complicaba tener que certificar los alcoholímetros en esas provincias por las demoras y por los costos de enviarlos. Ahora teniendo el laboratorio en Luján, eso se hace más accesible y ágil para nosotros y para los municipios que también pueden certificar ahí y tener más alcoholímetros disponibles para controles", proyectó la ministra de Seguridad, Mercedes Rus.
Eso explica por qué Alfredo Cornejo decidió invertir $44 millones para comprar maquinaria y poder montar ese laboratorio del INTI. Si bien la inversión queda para ese organismo nacional, la provincia lo recuperará con créditos de certificación para los 70 alcoholímetros que tiene.
Un giro en la ley de tránsito para ampliar las certificaciones de alcoholímetros
Antes de inaugurar el nuevo laboratorio de Luján, el Gobierno decidió imprimirle cambios a la Ley de Tránsito para que Mendoza pudiera certificar sus alcoholímetros en otros laboratorios que no fueran exclusivamente los del INTI.
El argumento que usaron fue que la Seguridad Vial es es de competencia provincial y por tanto solo bastaba con que la Legislatura modificara esa ley provincial para disponer de esas certificaciones.
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La decisión de invertir $44 millones en el laboratorio del INTI para certificar alcoholímetros responde a la intención del Gobierno de agilizar esas legalizaciones y poder hacer más controles de alcoholemia.
Foto: Nicolás Rios / Diario Uno
El cambio disparó críticas del INTI, que entendía que ese cambio en la Ley de Tránsito mendocina podía sentar un precendente que pudieran imitar otras provincias, lo que les podía generar una enorme baja en la cantidad de alcoholímetros que certificaban y por ende tentar contra una de las principales tareas de ese organismo nacional.
Después de ásperas discusiones, Rus logró acordar con ese instituto nacional para que aceptara abrir un laboratorio en Mendoza, con la promesa de que el gbierno provincial pagaría la maquinaria y el instituto dispondría del personal calificado para operarlas.