Los últimos tres meses del 2022 mostraron una recuperación de los índices de empleo en el Gran Mendoza, acompañando también los números generales del país.
Los últimos tres meses del 2022 mostraron una recuperación de los índices de empleo en el Gran Mendoza, acompañando también los números generales del país.
En particular, el desempleo bajó de 6 a 4,3 del tercer al cuarto trimestre del año pasado. Pero también se registraron bajas en la subocupación y la ocupación demandante, que son aquellos trabajadores que buscan otro ingreso.
A pesar de que la baja de estas últimas tasas se toma como una buena noticia, siguen altas en comparación con las de otras provincias.
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El índice de ocupados demandantes de empleo es de 23,9% - la tercera más alta del país- y el de subocupación demandante es de 12,9%, el segundo más alto después de Córdoba.
Así como subió la tasa de desocupación en el tercer trimestre del año pasado, llegando al 6%; en los últimos tres meses hubo un fuerte descenso en el Gran Mendoza llegando al 4,3%, según el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Es alta en comparación con la de las provincias de Cuyo como San Juan (2,9) y San Luis (2,4) pero ya no la duplica como sí pasó entre julio y septiembre del 2022.
El porcentaje responde a 23.000 personas que están desocupadas en el Gran Mendoza.
En el complejo análisis del comportamiento del empleo y el desempleo en Mendoza, esa baja del desempleo está acompañada con la suba de la actividad y del empleo.
La tasa de empleo es la segunda más alta del país, detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 49,1%.
La preocupación constante en Mendoza pasa por la necesidad de miles de personas de sumar un segundo empleo al que ya tienen, sea porque no completan la jornada laboral o porque no les alcanza el dinero para llegar a fin de mes.
A esa conclusión se llega analizando las tasas de subocupación y ocupación demandante.
En el Gran Mendoza, según los últimos datos arrojados por el INDEC, son 128.000 las personas ocupadas demandantes de empleo. Esto significa que tienen al menos una ocupación pero que activamente buscan otra. Es decir, que en la semana trabajaron como mínimo una hora -como una changa- pero necesitan y buscan otro trabajo más.
Esas 128.000 responden a un 23,9%, una tasa realmente alta en comparación con las otras provincias cuyanas como San Juan, donde es del 16,6% o San Luis, donde es del 10,5%.
Incluso el promedio en los aglomerados de 500.000 y más habitantes -como el Gran Mendoza- es de 16,1%.
La tasa de subocupación demandante también es preocupante y, como decíamos, es la segunda más alta del país: 12,9%. Este índice refleja a aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias, que están dispuestas a trabajar más horas y activamente lo buscan.
El índice de desocupación a nivel país bajó al 6,3% al término del 2022, siete décimas menos que el 7% registrado en similar período de 2021, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Respecto al tercer trimestre del año pasado, cuando el nivel de desempleo fue de 7,1%, el período octubre-noviembre-diciembre de 2022 también marcó una disminución de ocho décimas de punto.
Estas variaciones se produjeron en un año en que el Producto Bruto Interno creció 5,2 % y la inflación fue del 94,8%, según datos oficiales.
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En el total comprendido en la tasa de empleo, el 73,6% son asalariados, de quienes el 35,5% no cuenta con descuento jubilatorio; mientras que el 22,4% trabajan por cuenta propia, el 3,6% son patrones y el 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración.
Dentro del grupo de personas asalariadas, en la comparación interanual aumentó la proporción de quienes no tienen descuento jubilatorio, que pasó del 33,3% a finales del 2021 hasta el 35,5% en el último cuatrimestre de 2022.
Por otra parte, desde el INDEC señalaron que la desocupación es levemente más alta entre las mujeres, 6,7%, que entre los varones (6%).