Análisis y opinión

El PJ le pone picante a la relación de Suarez y Alberto

¿Quiso el gobernador Rodolfo Suarez quedar "como un héroe desautorizando al Presidente de la Nación", como le achacan desde sectores del peronismo, o es condimento para la tribuna?

"Veo a un gobernador débil, sin iniciativa, y al que le falta experiencia", dijo la dirigenta del peronismo mendocino Patricia Fadel sobre el actual mandatario, el radical Rodolfo Suarez. Hasta el año pasado los referentes del PJ solían cuestionar a Alfredo Cornejo exactamente por las razones contrarias. Por exceso de autoridad y por iniciativas que consideraban inconsultas.

Picante, la curtida tunuyanina aseguró que la senadora nacional kirchnerista Anabel Fernández Sagasti "es la gobernadora ad hoc de Suarez". Quiso decir algo así como que Sagasti es en realidad "la que sirve para esto". No es lo que determinaron los votantes mendocinos en octubre del año pasado, pero bueno, cada uno tiene derecho a hacer su juego político y Fadel hace valer su veteranía comiteril.

Fadel ha sido concejala, diputada provincial, diputada nacional, senadora provincial, integrante del directorio del Banco Nación, delegada de Migraciones, entre otros puestos. Y ha mantenido esa brillante cabellera enrulada que es su marca de fábrica.

El show

Hace unos días, y al igual que otros dirigentes peronistas, Fadel acusó a Rodolfo Suarez de "hacer un show de desobediencia en pleno colapso" y de pretender quedar "como un héroe desautorizando al Presidente".

¿La razón? Suarez había discrepado de algunos aspectos del decreto nacional de Alberto Fernández que dispuso que el Gran Mendoza debía recular en una serie de aperturas y flexibilizaciones de la cuarentena.

Suarez habló directamente con el Presidente y aclararon los tantos -como corresponde- cediendo ambos en lo que se podía conceder.

Fadel tiene un cargo en el peronismo de Mendoza, partido que está próximo a renovar autoridades, y además es consejera nacional en el Fondo Federal de Infraestructura Regional. Habilidosa, el elenco estable de funcionarios peronistas de las últimas décadas siempre la ha tenido en alguna instancia de su staff permanente. Es eso que se suele llamar "un cuadro político".

En las últimas PASO partidarias estuvo del lado de Alejandro Bermejo y de los intendentes que dirimían la candidatura a gobernador con el sector cristinista de Anabel Fernández Sagasti. Perdió la jugada, pero ubicua y disciplinada como es, trabajó en la campaña para que Sagasti fuera gobernadora. Pero el elegido fue Suarez.

La necesidad

Para que una crítica tenga posibilidades de "prender", debe portar alguna correspondencia con la realidad. Suarez es uno de esos políticos que por su personalidad no confrontativa carga con más chances de avanzar casilleros. ¿Quién puede creer realmente que se quiso hacer "el héroe" para confrontar con el Presidente y de montar "una escena"?

Puede que Suarez y Alberto Fernández sigan teniendo diferencias, pero ambos se necesitan, como se necesitan Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, por dar un ejemplo más contundente. Y, sobre todo, es la ciudadanía la que necesita que oficialistas y opositores tengan la altura política para discrepar

En estos días de aislamiento que le han tocado a Suarez por el coronavirus de su hija de 16 años y en los que deberá trabajar desde su casa, tal vez pueda rumiar más tranquilo lo ocurrido en las últimas semanas.

Por ejemplo, lo que ha pasado con la reaparición de Mauricio Macri en el escenario nacional, que ha envalentonado, y no para bien, a los sectores más duros del gobierno nacional y a los de Juntos por el Cambio. Eso tal vez le ayude a reafirmar su estilo de moderación, ese que no suele ser bien merituado por muchos políticos, pero sí por la mayoría de los mendocinos de a pie.