Es abogada y senadora de la Nación, ama comer pero no cocinar. Tiene citas impostergables cada viernes con sus amigas y los domingos con su familia. Le encantan los zapatos y supo vender lencería por catálogo en el Poder Judicial. Se trata de la candidata a la gobernación del Frente Elegí, Anabel Fernández Sagasti, quien participó del espacio El Lado B de los Candidatos por Radio Nihuil.
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Fernández Sagasti nació el 3 de abril de 1984, hizo su secundario en el Magisterio y se recibió de abogada en la Universidad Nacional de Cuyo. Es martillera Pública y corredora de comercio pero siguió el camino de la política.
Fuera de esta actividad, la candidata justicialista tiene mucho que contar sobre su vida. Así lo demostró en la siguiente entrevista.
-Teniendo en cuenta tu amplio currículum, ¿por qué te hiciste política?
-A la política la mamé de chica. Mi papá es militante del Partido Justicialista y mi abuelo también. El compromiso con el otro para mí es una forma de vida
-¿Cómo es la relación con tu papá hoy en día?
-Excelente
-¿Te acompañan? ¿Te asesora?
-Sí, totalmente. Ahora con la velocidad de Whatsapp. Además muchos de los que quieren hablar conmigo y no tienen mi teléfono se acercan a la casa de mis viejos. Ellos siguen viviendo en el mismo lugar donde nací y crecí, entonces les mandan mensajes o los llaman.
-Y ahora que sos una especie de rock star del barrio, ¿cómo reaccionan los vecinos cuando te ven?
-Bien, me encuentro en toda la provincia con gente que me ha tenido en brazos cuando era un bebé. Con mucho cariño porque saben de donde vengo. Somos una familia de laburo y sigo yendo todos los domingos a comer con mi familia. Así que si me quieren ver, ya saben que me encuentran ahí.
-¿A qué secundaria fuiste?
-Al Magisterio
¿Te juntás con tus compañeras todavía?
-Sí
-¿Es una cita obligada o de vez en cuando?
Sí, los viernes. Bueno, ahora no tanto, pobres. Con esto de la campaña las he dejado un poco. Pero la mayoría de mis amigas son de la secundaria y tienen la llave de mi casa. Yo llego y ya está el fuego prendido. Pobres, ellas son otras que me hacen el aguante, además de mi familia. Son todas muy cocineras, así que cuando llego hay picada saludable.
-¿Te gusta la comida saludable? ¿A qué le decís "picada saludable"?
-A mí me gusta comer. Nada de soja. Pero tengo una amiga que es celiaca y eso hace que tengamos que controlar muy bien los alimentos. No podemos comer cualquier cosa. La picada saludable es, por ejemplo, bastones de zanahoria para untar con diferentes salsitas o cremas. En lugar de pan, comemos galletas de arroz.
-Las amigas son cocineras pero ¿Anabel cocina?
-No me gusta cocinar, en eso soy igual a mi mamá. La diferencia es que mi mamá cocina como los dioses, entonces ese es su karma, pero yo ni lo intento. Si puedo zafar, mejor.
-¿Mucho delivery?
-No, cocino cuando tengo que hacerlo. Pero como a mis amigas les encanta cocinar ellas se ponen la 10 y lo hacen. Yo contenta. Pongo la casa, música, lavo los platos y pongo la mesa.
-¿Qué música escuchás?
-Nosotras somos más del rock nacional. Más clásico, de nuestra adolescencia. Pero música moderna también. Sobre todo porque mis amigas tienen chicos y, a veces, también vienen los chicos a la juntada. Yo también sumo a mis sobrinos. Y, bueno, los chicos escuchan otra cosa.
-¿Qué bandas del rock nacional?
-El Indio Solari, Las Pelotas, Divididos.
-¿La Mancha de Rolando?
-La Mancha también, pero no es de mi época. Aunque ahora estamos escuchando mucho más las bandas mendocinas de indie que están buenas. Siempre tratamos de actualizarnos y no escuchar lo mismo.
-¿Qué hacés en tu tiempo libre?
-Lo que hago sí o sí es visitar a mis viejos. Los domingos al mediodía son sagrados, cada uno ya sabe lo que tiene que llevar. Mi mamá cocina el bizcochuelo para los mates. Yo llevo las bebidas. Mis hermanos a la parrilla.
-Pero cuando tenés un ratito sola, ¿qué hacés?
-Me gusta mucho salir a correr con mi perro. Me hace muy bien salir y escuchar música. Mi perro es mi gran compañero
-¿Corrés tipo entrenamiento?
-Entrenaba, espero retomar a partir del 30. Y los domingos me voy corriendo con el perro hasta lo de mi papá.
-¿Y el fútbol?
-Me gusta mucho. Tengo un equipo con unas amigas pero no entreno para eso. Cuando tengo tiempo voy. Ahora con el tema de la campaña la verdad es que no voy mucho, además siempre está el miedo a esguinzarme. Los que manejan la campaña no me están autorizando (risas). Pero desde que salió esa foto en la que estoy jugando, la verdad es que en cada departamento al que voy me ofrecen jugar un partido.
-¿Te dan la camiseta?
-Sí la verdad es que el fútbol mendocino es un submundo que está presente en todos los departamentos. Y yo creo que le haría muy bien al fútbol que las mujeres empiecen a profesionalizarse. Nosotros presentamos un proyecto de ley para incentivarlo porque creo que es muy importante.
-¿Sos buena jugando o más o menos?
-Si le preguntás a mi hermano, te van a decir que soy una ojota (risas). Pero me gusta, me divierte y la paso muy bien. Después de eso nos vamos a tomar una cerveza y charlamos. Básicamente, lo mismo que hacen los varones. No lo digo como algo competitivo sino que es lo mismo en el sentido de divertirse, pasarla bien y juntarse con gente que te cae bien.
-¿De qué equipo sos hincha?
-De Godoy Cruz Antonio Tomba
-¿Fuiste al Gambarte?
-No, pero mis hermanos y mis sobrinos fueron. Almorzamos temprano para que se fueran tranquilos.
-¿Tenés tiempo de leer algo más que noticias?
-Sí, y me gusta mucho. Es mi cable a tierra. En el avión a Buenos Aires siempre busco algo que me distienda.
-¿Libro o e-book?
-Estoy empezando a tomar el e-book pero por una cuestión de practicidad. Cuando viajo, en la cartera llevo muchas cosas y me es más sencillo llevar un e-book
-¿Qué estás leyendo ahora?
-Estoy leyendo Los Abrazos, de Galeano. Me gusta mucho y me abre la cabeza para lo discursivo. Pero si tengo que elegir, en el verano, por ejemplo, elijo los policiales. Me encantan.
-¿Dónde vas de vacaciones?
-A la costa argentina
-¿Te gusta el sol?
-Me gusta, pero tampoco es una cosa que me encanta. Me gusta tomar sol, mate y leer. No me pidan demasiada actividad. Es relajarme y tener el mar enfrente.
-¿Algún lugar específico de la costa?
-Me gusta mucho Mar de las Pampas
-¿Te ves viviendo en Mar de las Pampas corriendo en la playa con el perro?
-No, no. No me veo en otro lugar que no sea Mendoza. Sí me gustaría poder vacacionar cada vez que puedo elegir. Me parece un lugar mágico pero todavía no puedo llevar al perro. Es muy tranquilo, muy pintoresco en la noche con sus artesanos. Es muy familiar y tranquilo.
-¿Sos de comprar cosas que después no usás?
-Sí, me encanta. El otro día fui a Santa Rosa. Estuvimos en la misa, en el desfile. Me corté el pelo, lo enterré, todo lo que se tiene que hacer y después fui al paseo de artesanos, como corresponde (risas).
-¿Qué te compraste?
-Tengo la excusa de mis sobrinas para comprar. Tengo una de un año, una de 12 y la hija de mi cuñada de 8 años. También tengo un sobrino de 19 pero ese ya no me da bolilla. Entonces, compré una vincha de unicornios para una de ellas. A la otra le compré un libro de cuentos de un escritor santarrosino. Y así, cosas que iba viendo.
-¿Cómo ordenarías las siguintes cosas: zapatos, carpetas, maquillaje, ropa y perfume?
-Yo soy de: zapatos, carteras, ropa, maquillaje y perfume.
-¿Sos muy selectiva para comprar o salís con determinado dinero y lo gastás todo?
-Soy selectiva porque pienso en lo que ya tengo y con qué puedo combinarlo. Pero me encantan los zapatos, me encantan (risas).
-Las mujeres tienen un poco eso
-Hay varones que colecciones camisetas de fútbol o pelotas y está perfecto.
-¿Y vos coleccionás zapatos?
-No, no. No colecciono pero me gustan y los usos a todos. Y si hay un zapato que me gusta mucho, cuando se me rompe voy y me compro el mismo.
-¿De verdad?
-Sí, hay algunos clásicos como los stilettos negros achalorados. Si encuentro uno que me haga sentir cómoda y se me rompe, voy y me compro el mismo. Yo me levanto y me acuesto con tacos. Por eso es importante sentirte cómoda.
-¿Estás enamorada?
-No, no estoy enamorada.
-¿Pero te gustaría?
-Sí, obvio. El enamoramiento es uno de los mejores estados.
-Anabel tiene algo eso que es muy difícil y que es trabajar con su ex
-No solo trabajo con mi ex, que es Lucas Ilardo, sino que además es mi jefe de campaña. Es un poco más que trabajar codo a codo.
-¿Tenés que aguantarlo en un doble rol?
-Sí, la realidad es que soy así en mi vida. Siempre trato de buscar más soluciones y encuentros que diferencias y problemas.
-También debés confiar en él
-Confío mucho en él. Estuvimos muchos años juntos. Crecimos juntos. Además tenemos los mismos objetivos y sueños en nuestros trabajos, como esta propuesta que construimos hace mucho tiempo juntos para Mendoza. Nos conocemos como nadie. Eso eso habla de los dos. La posibilidad de poder separar la pareja, que no funcionó, de los objetivos que tenemos en común.
-¿Cuál es tu reacción cuando la gente te dice algo que no te gusta?
-Es de escuchar
-Pero, ¿sos de discutir si te insultan?
-La mayoría te dicen cosas con respeto. Son pocos los agresivos. Tiendo a escuchar porque creo que diálogo es lo que necesitamos. Tal vez tengo algo que aprender de esa persona, o esa persona no sabe algo que yo plantee. Ahora, las redes sociales te permiten estar mucho más cerca de los problemas o de los diferentes puntos de vista que tiene la gente. Me parece que es la actitud que hay que tener, siempre que sea con respeto. Les doy mi tarjeta o los invito a mi oficina.
-¿Cómo te llevás con la tecnología?
-Para mí son una herramienta más. No soy una fanática que está poniendo todo el tiempo cosas en las redes. Entiendo que son herramientas para estar más cerca de los problemas de la gente. Soy una representante de Mendoza, por lo tanto, tengo que aprender, escuchar y aportar soluciones. Recibo muchas cosas por Facebook aunque los más jóvenes por Instagram.
-Ante la adversidad, ¿cómo reaccionás?
-Con más fuerza. Si hay algo que me enseñaron mis viejos es que la voluntad y el esfuerzo son las mejores herramientas que tenemos para salir adelante. Si algo no sale como uno quiere, hay que levantarse y volver a intentarlo.
-Pero, ¿sos de insultar?
-A veces, tiene que ser algo muy fuerte.
-Por ejemplo, si estas viendo la tele y te están dando con un caño ¿te parás frente al tele a insultar?
-Me ha pasado muchas veces (risas). Pero no insulto, obvio que me da bronca. Soy de sangre caliente pero no grito ni insulto mucho. La verdad es que la procesión va por dentro. Pero lo primero que me sale es buscar la solución a ese problema.
-De los diferentes oficios que has tenido, ¿cuál ha sido el más loco?
-Mi primer trabajo fue de moza a los 18.
-¿Se te rompió algo?
-Sí, se me han roto muchas copas fajinando. Cuando tenés que fajinar 500 copas, se te resbalan y la tenés que pagar. Te duelen los brazos, te salen várices por estar parada. En fin. Pero lo más loco es que hice fue vender mallas y lencería en el Poder Judicial de la Nacional.
-Te tengo que hacer esta pregunta sí o sí: ¿había jueces que compraban?
-No, no. A los jueces no llegué pero sí juezas o fiscales.
-¿Andabas con valijita y revista?
-Sí, con los catálogos. Bueno, tenía que ayudar a mis viejos con las fotocopias de la facu, el transporte o para salir.
-¿De qué laburaba tu viejo?
-Mi papá está jubilado pero trabajó en Irrigación durante 35 años. Pero fue puramente mi mamá la que nos enseñó a ser muy independientes y a tener nuestra plata propia. Ella siempre me decía lo mismo: "Primero, comprate una bicicletita, después una motito, después el autito. Así se van haciendo las cosas sin pedirle a nadie"
Tengo que decir que mi papá me ayudó al comienzo. Bueno, siempre me han ayudado. Pero al principio, necesitaba sacar la matrícula y era carísima. Fue en el 2011 y costaba $3.000 o $5.000, no lo recuerdo. La necesitaba para empezar a laburar, así que yo puse una parte y con la tarjeta de él la pagamos en 12 cuotas.
-¿Manejás bien?
-Creo que sí pero eso lo tendrían que decir los demás
-Pero ahora tenés chofer
-Me resistí bastante porque necesito más espacio pero como todo el tiempo voy hablando por teléfono o dando notas tuve que aceptar.
-Una pregunta final: ¿Cómo te imaginás el 29 de septiembre? ¿Será un día perfecto?
-Creo que será un día de mucha alegría porque para mí las elecciones son una fiesta. Que tengamos la posibilidad de ir y poner en ese sobre nuestras esperanzas. Eso nunca puede salir mal, sin importar lo que vote. Espero, sinceramente, que los mendocinos por fin podamos tener un proyecto de provincia que nos haga estar un poquito mejor a todos. Porque estamos encontrando una realidad muy diferente a lo que nosotros nos imaginamos para Mendoza. Hay mucha gente que la está pasando mal y necesitamos una dirigencia a la altura de las circunstancia.