Nahuel Riveros es un joven que se encuentra tras las rejas desde noviembre del año pasado por una causa de portación ilegal de arma de fuego, abuso de arma y resistencia a la autoridad. Fue después de un procedimiento en Biedma al 100 bis luego de una balacera, donde se secuestraron municiones, una pistola calibre 9 milímetros, vainas servidas y un utilitario con la patente cambiada.
El sicario es muy amigo de otro gatillero imputado, de Jonatan Ribles, quien cayó en octubre del año pasado en pleno intento de asesinar a Carlos A., testigo protegido de la causa de Esteban Alvarado. En videos incautados del teléfono de Riveros se encontraron tres filmaciones que envió aparentemente a su novia, donde se muestra con una pistola, una ametralladora con mira telescópica y fajos de billetes.
"¿Qué onda? ¿Vamos a matar a alguien?", le escribió por Whatsapp Nahuel a Ribles el pasado 18 de octubre por la noche, en la antesala al atentado contra Carlos A. "A ese hay que caerle. Hay una buena paga por ese, Nahuel", respondió el otro gatillero.
En la charla también hacen referencia a Carlos A. como "perro". "Ahora me tengo que encontrar con un tachero que es el que lo va a mirar", agregó Ribles a Rivero. El "tachero" es Jorge Inocencio Ojeda, preso por hacer tareas de inteligencia cerca del taller de Carlos A. para que Ribles pueda matarlo.
El 20 de octubre, dos días después de ese chat, vuelven a hablar de una balacera en la que creían que había sido negativa, pero luego se enteraron que hirieron a una persona que estaba internada con lesiones en testículos y piernas. Nahuel, en esa charla, confirma que dieron en el blanco y se queja que recibieron "poca plata". El dinero por el que no estaban de acuerdo por la balacera era de tres mil pesos. Quien instigó ese ataque, según los indicios del fiscal es Chucky Monedita, preso en Piñero y líder de la organización.