Ya estaba escrito desde anteayer. Finalmente fueron incendiadas y casi demolidas las casas de familiares de los jóvenes que están acusados de haber asesinado a Sebastián Roberto Godoy, durante la mañana del miércoles. Quienes vivían en esas casas junto a las vías, en el barrio Venier de Palmira, debieron abandonar la zona.
Desde las 9.30 de la mañana de ese día, cuando una bala le pegó en la espalda al joven de 19 años y le causó la muerte en pocos minutos, la castigada barriada ubicada entre las ciudades de Palmira fue un hervidero.
Muchos vecinos querían vengar la muerte del joven pero, los más, quería sacar del barrio a esa familia que ocupaba varias casas al fondo del Venier y que, según la misma barriada, era la más conflictiva del lugar.
Así fue. Cerca del mediodía, a pesar de que debieron cruzar piedrazos contra balas de goma y gases lacrimógenos con la policía, incendiaron la primera vivienda.
Ya en el atardecer, siguieron con otras dos. La policía no pudo evitarlo.
Luego, entre la noche y el día de ayer, ya sin presencia de uniformados, mucha gente en especial jóvenes, se dedicaron a ir demoliendo las construcciones.
El adiós
Esto ocurrió mientras, en una casa de la familia Godoy, eran velados los restos de Sebastián. "Algunos dijeron que él era trapito, que trabajaba frente a la Comisaría 12 y que lo tenían como buchón de la policía. No es así. Él era un chico normal", dijo ayer una tía del muchacho asesinado.
Fueron horas duras, entre la pena y la indignación. El barrio Venier siempre ha sido un lugar castigado.
Desde las lluvias, que producen inundaciones y que se han resuelto en parte por las obras de cordón, cuenta y banquina hechas por la comuna, hasta la estigmatización de ser un barrio donde hay mucho comercio de droga y robos, el Venier siempre ha sido tenido como una barriada conflictiva. Como ocurre en todos lados, nada es absolutamente así.
La mayoría de las familias son gente sufrida y trabajadora. Ese es el barrio en donde nació el actual intendente Jorge Giménez y en el que todavía vive su familia paterna. Los Godoy incluso son amigos de la infancia del intendente y el asesinato afectó el ánimo del jefe comunal.
Por ahora hay dos jóvenes detenidos por ese hecho, ambos con el mismo apellido aunque no hermanos.
El padre de la víctima estaba junto con su hijo cuando ocurrió el hecho y los pudo identificar claramente.
Se estima que hay otro integrante de la familia que tuvo una participación secundaria y pese sobre él un pedido de captura.