En tanto que personal policial le realizó un dosaje al conductor del vehículo mayor que arrojó un resultado de 2,44 gramos de alcohol en sangre, casi el quíntuple del máximo permitido por la Ley de Tránsito. Es por eso que Vergara quedó alojado en los calabozos de la Comisaría Tercera.
La investigación quedó a cargo del fiscal de Tránsito Fernando Giunta, quien tiene un plazo de 24 horas para definir si imputa al hombre -se puede prorrogar por 24 horas más-. Para esto será clave determinar cuál de los dos conductores fue el que pasó el semáforo en rojo. Fuentes ligadas a la causa detallaron que en el lugar no hay cámaras de seguridad, por lo que están buscando testigos que puedan dar mayores precisiones al respecto.
En caso de determinarse que fue la motociclista la que no respetó la luz roja, el conductor del auto podría no ser imputado y sólo deberá responder por la contravención de manejar alcoholizado. Pero en caso contrario su situación podría complicarse hasta ser acusado por lesiones graves con dolo eventual y quedar preso.