El ahora ex efectivo había entrado a la fuerza en septiembre de 2023 y fue desafectado al considerarse que no se adaptó bien
El hombre entregó su arma y el chaleco porque dijo estar estresado.
Un hombre que había ingresado a la Policía de Mendoza hace poco más de un año y medio fue desafectado tras entregar su arma y su chaleco antibalas aduciendo que el trabajo “lo sobrepasaba” y “le generaba estrés”.
Mediante un decreto, el gobernador Alfredo Cornejo desvinculó al uniformado que no demostró “adaptación y subordinación”, según consta en el Boletín Oficial del 15 de julio pasado. Así, el auxiliar Gonzalo Ponce, quien había ingresado a la fuerza en septiembre de 2023, deberá dedicarse a otra actividad.
Todo comenzó en noviembre de 2024, cuando el uniformado se presentó a sus jefes y entregó “en forma voluntaria su arma reglamentaria y chaleco antibalas, provisto por el Estado provincial, aduciendo encontrarse sobrecargado por el trabajo, lo cual le ha generado mucho estrés”.
No se trata de un tema menor: el burnout y el estrés son problemas cada vez más recurrentes, y no solo en las fuerzas de seguridad sino también en otras actividades donde el ritmo de vida y la cantidad de horas que se trabaja pueden ser un cóctel nocivo para la salud mental.
Por lo pronto, la ley 6.722 implica que toda designación o incorporación de un efectivo se realiza de forma interina por 12 meses y luego se deberá confirmar o no en su cargo, de acuerdo al desempeño y aptitudes demostradas.
Ponce no tuvo sanciones ni episodios de indisciplina, sin embargo no fue ratificado en el cargo al considerarse que el episodio mostraba un problema de adaptación a las condiciones del trabajo.