El dispositivo fue rescatado de entre los despojos del interno 9.015 de El Rápido Internacional y los resultados fueron informados a la fiscal María Mónica Fernández Poblet, a cargo de la instrucción de la causa.Con esto se pudieron esclarecer algunos detalles de cómo se produjo el impacto. El ómnibus no había excedido su límite de velocidad permitido de 90 kilómetros por hora, pero tampoco la había reducido como indican las señales viales en la ruta, cuando se está por trasponer el retorno a la estación de servicio Eloy Guerrero, unos 1.500 metros antes del lugar donde se produjo el choque.
También quedó claro con estos resultados que el chofer del ómnibus no alcanzó a realizar ninguna maniobra para evitar el impacto. No giró el volante ni quitó el pie del acelerador, por lo que para la fiscalía “se distrajo o se quedó dormido”.
La acompañanteAyer se presentó en la Unidad Fiscal de San Martín el padre de Daniela Florencia Roggero (22), la joven que viajaba en el compartimento de los conductores junto con el chofer Carlos Javier Aguilera (42), que en ese momento estaba al volante.
El hombre llegó para retirar el cuerpo sin vida de su hija e indicó que Daniela trabajaba en la Terminal de Ómnibus de Córdoba pero descartó que fuera empleada de la empresa El Rápido, posibilidad que se había barajado en algún momento.
La joven no figuraba en la lista de pasajeros y supuestamente tampoco tenía pasaje. El otro chofer del micro, que cuando se produjo el siniestro estaba durmiendo en uno de los asientos de la parte trasera de la unidad, dijo que ella y su compañero eran conocidos desde hacía un tiempo.
Aguilera había tomado el volante en la terminal de San Luis y tenía planeado que fuera él el que concluyera el viaje en la terminal de Mendoza.