Según Inteligencia Criminal y Lucha contra el Narcotráfico, 13 de ellas se concentran en Guaymallén, Godoy Cruz y Las Heras. Los investigadores atribuyen el aumento de homicidios a la pelea que mantienen por el control del territorio para la venta

En Mendoza operan 23 bandas dedicadas a la venta de drogas

Rosana Villegas

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Un grupo de pibes en una esquina cualquiera del Gran Mendoza esperan a un adolescente que se acerca caminando. Cuando llega, éste saca del bolsillo un paquete con droga y al saludar a uno del grupo, en un segundo lo intercambia por el billete que aquel le da. Esa venta de menudeo es cada vez más frecuente y es probable que en poco tiempo toda la familia se sustente con esa pequeña empresa y esté dispuesta a perder a alguno de sus integrantes en un tiroteo con tal de lograr el control de esa zona de venta. Mendoza hace años dejó de ser territorio de paso para la droga. Según datos del Ministerio de Seguridad, además de las tres organizaciones narcos a las que aludió el gobernador Francisco Pérez esta semana, funcionan en la provincia 23 bandas dedicadas a venta y comercialización de distintas drogas.

Estas bandas –en organización estarían un escalón por debajo de las que aludió Pérez– serían las que hoy se disputan a balazos el control del territorio y las ventas. Para los investigadores esta pelea descarnada y salvaje podría explicar el ascenso descontrolado de homicidios de este año, que ya llegó a 36 y casi duplica los 20 del 2013.

“El surgimiento de estas bandas se entiende si uno tiene en cuenta que los líderes de las grandes organizaciones o pasaron mucho tiempo detenidos o están presos acá o en Chile, y eso les quita poder de organización.

Es por eso que estas bandas se enfrentan buscando conseguir el control del territorio que tenían aquellos líderes. El tema es que estas pequeñas bandas son las más peligrosas porque no miden violencia con tal de conseguir lo que buscan y también porque muchas de ellas manejan menores que se mueven con otra impunidad”, intentó explicar el jefe de la Policía de Mendoza, comisario Juan Carlos Caleri.

Si bien estas organizaciones parecen tener representantes en toda la provincia, al igual que ocurre con la reincidencia de los homicidios, también se concentran en el Gran Mendoza, en donde sobreabundan los barrios conflictivos y periféricos. Sólo por citar algunos ejemplos, de estas 23 bandas que ya detectaron Inteligencia Criminal y Lucha contra el Narcotráfico, 5 se disputan el control de Guaymallén, 4 buscan consolidarse en Godoy Cruz y otras 4 pretenden acrecentar sus negocios en Las Heras. Si bien nadie habla del volumen de droga que manejan ni del poder de fuego que pueden concentrar, sí está claro que son organizaciones que no encuentran problema para acceder a las armas, que ostentan un gran poder de convocatoria entre los más jóvenes y que al menos por el momento comercializan estupefacientes dentro de la provincia.

Ante este oscuro mapa narco, el primer interrogante que surge es cómo puede ser que sabiendo quiénes son y dónde operan, estos narcotraficantes continúan en libertad.

“No siempre las pruebas que consigue la policía para detener a alguien, terminan siendo pruebas suficientes para que un fiscal o un juez decida mandarlos a la cárcel”, justifican puertas adentro del edificio del Ministerio de Seguridad.

Al respecto Caleri aclaró: “De estas bandas se ha detenido a varias personas y algunas pudieron ser casi desarticuladas, pero eso no significa que dejen de actuar. Muchas se nutren rápidamente de mano de obra”.

Fuente: Diario UNO de Mendoza

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