Federico Camargo (41) fue condenado por el asesinato de Natalia Calderaro (31), que ocurrió en 2017 en Luján. Su propia madre lo señaló después del homicidio

Le dieron prisión perpetua por estrangular y matar a su pareja

Por UNO

Un caso de femicidio ocurrido el año pasado terminó con la máxima condena para el acusado. En febrero del 2017, Federico Mono Camargo (41) estranguló y mató a su pareja, Natalia Calderaro (31), en Luján. Tras el hecho estuvo varias horas prófugo hasta que cayó en manos de la policía. El imputado tenía antecedentes y un pasado violento.

Las pruebas y testimonios aportados en la causa no dejaron espacio para la duda en cuanto a la autoría del crimen. El juicio en la Octava Cámara del Crimen avanzó y ayer los jueces Alejandro Miguel, Ramiro Salinas y Luis Correa Llano dictaron sentencia de perpetua para Camargo.

De esta manera, el tribunal hizo lugar al pedido de la fiscal de cámara, María Paula Quiroga, quien en los alegatos sostuvo que el hombre debía ser condenado con la pena más severa.

Durante la instrucción del expediente, el fiscal Gustavo Pirrello recabó dos testimonios que fueron fundamentales para el esclarecimiento. Uno de ellos fue el de la propia madre del acusado, quien contó que lo vio escapar de la casa que compartía con Natalia, momentos después de asesinarla. La otra declaración de importancia fue la de una vecina que reafirmó estos dichos.

Pericias científicas y un mensaje de texto del Mono con un amigo terminaron de complicarlo. En esa comunicación el sospechoso le decía a esta persona que se "iba al Sur y que fuera a ver que pasó con Natalia".

Así, este hombre llegó a la prisión preventiva y al juicio oral, imputado por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser en contexto de violencia de género.

Violencia y el peor final

En la tarde del 15 de febrero del 2017, Camargo salió corriendo del departamento que compartía con Natalia en el pasaje de calle América, en el interior del barrio Buena Vista de Carrodilla.

Su madre, quien vivía en la parte de adelante de la propiedad, le preguntó qué sucedía y él le contestó que algo le había pasado a su pareja por tomar excesiva cantidad de pastillas.

Por antecedentes de maltratos, la madre del Mono sospechó que su hijo tenía algo que ver y le pidió a una vecina que llamara rápido al 911.

Cuando arribó una ambulancia, los profesionales médicos sólo pudieron constatar el deceso de Calderaro, que a simple vista presentaba moretones por una golpiza. Los investigadores ordenaron la detención de su concubino.

La policía tardó apenas unas horas en encontrarlo en una vivienda del barrio Tres Estrellas, en Godoy Cruz. Desde entonces el acusado quedó detenido. Luego se supo que tenía denuncias por violencia de género, causas por lesiones -una en la cual la víctima fue su madre- y otros antecedentes por robo, hurto, amenazas y encubrimiento.

La autopsia de la víctima reveló que murió por asfixia por estrangulamiento, además de haber sido golpeada. La mujer tenía una hija de un año, pero el padre de esta pequeña no es Camargo.