El hartazgo de la sociedad ante la creciente inseguridad que se vive a diario ha derivado en que cada vez sean más comunes los linchamientos y escenas de justicia por mano propia en el país. Esta vez se trató de dos ladrones que quisieron robar una carnicería de Quilmes, en Buenos Aires, y los propios vecinos los detuvieron y golpearon, tanto, que terminaron en el hospital.

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La carnicería Di Campo, cercana a la estación ferroviaria de San Francisco Solano, Quilmes, se predisponía a recibir su enésimo robo a mano armada. Dos jóvenes ingresaron al despacho de carne portando armas para efectuar el robo, cuando unos clientes advirtieron las intenciones de los malvivientes y no les dieron tiempo a sacar su armamento, atacándolos a golpes. Se fueron sumando los indignados vecinos, y fue tal la paliza que uno de los frustrados ladrones quedó inconsciente y ensangrentado sobre el pavimento, cuando él y su cómplice intentaban escapar de la turba.

La intervención de la policía, esta vez fue para defender a los delincuentes de manos de los vecinos, quienes se excedieron en su detención ciudadana. Los uniformados debieron llamar al servicio de emergencia local (SAME) para trasladar a los heridos al hospital Dr Oller, de la citada localidad, según informó el diario local San Francisco.

Allí les diagnosticaron, a uno de ellos: traumatismo en el hombro izquierdo, y a su cómplice, heridas en cuero cabelludo y rostro, por lo que ambos quedaron internados en observación.