Mei y Zoccolillo pasarán el fin de semana privados de su libertad y en los días restantes se definirá si continúan libres o no. Para esto resta definir si existe riesgo de fuga o entorpecimiento probatorio, si tienen antecedentes penales -todo parece indicar que no- y evaluar las nuevas denuncias que puedan ingresar a la Fiscalía.
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Uno de los pozos que realizó AP Piscinas y nunca completó el servicio.
El relato de las víctimas
Las personas que contrataron a AP Piscinas y no tienen su pileta hasta el día de hoy se han contactado en un grupo de Whatsapp, que tiene 50 personas, como en uno de Facebook, que supera las 150. Allí van compartiendo información sobre la estafa que sufrieron y brindan datos para realizar las denuncias en la página del Ministerio Público Fiscal.
Uno de los denunciantes relató que el 1 de noviembre pasado se comunicó mediante las redes sociales con Agua Marina -nombre que reemplazó a AP Piscinas cuando surgieron las primeras acusaciones-. El hombre se dirigió hasta la oficina de la empresa ubicada en Vistalba, sobre calle Guardia Vieja, donde fue asistida por una secretaría llamada Noelia. "Me llevaron hasta el taller que estaba a la vuelta y ahí estaba Diego Mei, que me mostró las piletas. Pactamos que el 14 de diciembre comenzaba la obra pero no tuve más novedades. Primero me dijeron que le habían entrado a robar y me pedían la foto del contrato porque no tenían la documentación. Después me dijeron que los empleados no habían asistido o que no tenían materiales", relató la víctima que llegó a abonar la mitad del importe, alcanzando casi los $200 mil.
Otra mujer narró que firmó el contrato en septiembre de 2019 con la promesa de tener la pileta colocada en una semana. Esto no ocurrió y en el medio comenzó el confinamiento por la pandemia del coronavirus, lo cual utilizaron como excusa desde la empresa. "Entendí en ese momento. Después liberaron todo y me dijeron que no llegaban los materiales. Llamaba todos los días al dueño o a Noelia. Recién en septiembre de 2020 me colocaron el caso de la pileta y después el contrapiso. Los atérmicos los pusieron tres meses después pero se levantaron todos. El equipo de filtrado no funciona. Empezaron a decirme que el dueño tuvo un pico de estrés y después que tenía cáncer", manifestó.
Incluso algunos estafados declararon que comenzaron a insistir con la finalización del servicio o la devolución del dinero pero recibieron advertencias por parte de los dueños, quienes decían que provenían de barrios peligrosos y que no tenían miedo. Por esto se está definiendo si también corresponde una imputación por el delito de amenazas, según detallaron fuentes de la investigación.
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Los niños jugando en un pozo para pileta, mientras que en otro domicilio ya hasta crecieron plantas en el lugar.
Mientras la Justicia define la situación de los sospechosos, decenas de mendocinos aún tienen un pozo grande en el patio de sus casas por el cual pagaron fortunas considerables.