El juez Miguel Angel Moreno, ordenó esta noche la liberación del adolecente de 16 años que junto a su hermano y otro hombre, se encontraba detenido por la violación, estrangulamiento y descuartizamiento del niño Mario Agustín Salto, informaron fuentes policiales y judiciales. El liberado hacía 26 días que se encontraba alojado en la Comisaría del Menor y la Mujer de Añatuya, población ubicada a 100 kilómetros al oeste del lugar en el que asesinaron al niño de 11 años. En tanto, cientos de personas se concentraron esta noche frente a la Comisaría 12 de Quimilí, para reclamar nuevamente "justicia" por el asesinato del niño y la liberación de los detenidos por interpretar que "son unos perejiles y fueron víctimas de apremios ilegales". Por las investigaciones, aún permanecían detenidos y aun sin ser indagados por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte" del niño, el hermano del adolescente excarcelado hoy y "Rudy" Sequeira (39), quien reside transitoriamente en Quimilí, mientras que otras tres personas fueron apresadas como presuntos encubridores. Las detenciones de los imputados, que se encuentran alojados en comisarias de Quimilí y Suncho Corral, fueron ordenadas por el juez Moreno y surgieron tras el testimonio de un empleado de una fábrica de ladrillos, que inicialmente fue acusado de encubridor. En su relato, el testigo -que explicó que no habló antes porque estaba amenazado de muerte- brindó la identidad de los hombres a los que sindicó como partícipes del hecho, en su mayoría con antecedentes por consumo de drogas. Fuentes policiales y judiciales indicaron que el obrero reveló que Mario fue sorprendido por un grupo de personas que lo abordó cuando estaba pescando en la represa. El empleado dijo que observó cómo mataban al niño desde un tabique a poco menos de 50 metros de la zona en la que fue encontrado un cuchillo durante un rastrillaje. Además se incorporaron las declaraciones de tres amiguitos del niño, que en una Cámara Gesell indicaron que vieron a la víctima cuando pescaba en la represa en la que desapareció. Poco antes de ser arrojado el cadáver en un basural ubicado en el otro extremo del pueblo de más de 24.000 habitantes, los asesinos descuartizaron su cuerpo y tras introducirlo en bolsas plásticas, lo trasladaron en un auto hasta el lugar en el que finalmente fue encontrado. El caso que generó conmoción en la provincia se registró el 2 de junio y ya se realizaron ocho marchas en reclamo de justicia, durante las cuales la familia de la víctima denunció que el crimen está relacionado con el alto consumo de drogas en el pueblo ubicado a 190 kilómetros al sureste de la capital santiagueña.
El liberado hacía 26 días que se encontraba alojado en la Comisaría del Menor y la Mujer de Añatuya, población ubicada a 100 kilómetros al oeste del lugar en el que asesinaron al niño de 11 años.