Testimonios impactantes

Esclavitud en talleres clandestinos: "Ataban a mi bebé como a un animalito"

Víctimas de esclavitud y explotación laboral revelaron detalles del horror que vivieron en talleres clandestinos del Bajo Flores, en Buenos Aires

"Le pasaba una cinta por la cintura y lo ataba a un fierro que había en el patio. Mi bebé se la pasaba atado a ese palo como un animalito". Eso es parte de lo que una víctima de explotación laboral reveló luego de que fueran desactivados talleres clandestinos en Bajo Flores Buenos Aires.

Quien lo cuenta fue rescatada junto a otras 32 personas de nacionalidad boliviana que, con sus hijos menores de edad, trabajaban y vivían en condiciones deplorables y hacían jornadas laborales de 17 horas.

"Cuando mi hijo comenzó a gatear, (el jefe) me prohibió que el bebé anduviera por la pieza y que estuviera conmigo poruqe yo tenía que trabajar", cuenta. Debido a ello es que ataban al bebé a un fierro durante toda la extensa jornada laboral.

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Las víctimas de esclavitud en talleres clandestinos serán indemnizadas. Testimonios aterradores

Las víctimas de esclavitud en talleres clandestinos serán indemnizadas. Testimonios aterradores

Se trata de talleres ubicados en Cajaravilla 4.675 y 4.726, en la Ciudad de Buenos Aires. Espacios que ahora están en custodia de la Agencia de Administración de Bienes del Estado y serán subastados.

Las condiciones de limpieza eran mínimas, los espacios cerrados, con rejas hasta en los techos para que no pudieran escaparse.

Todas las familias vinieron desde Bolivia con la promesa del clan de la familia Aliaga de trabajar en tareas de costura en un taller textil por 400 dólares mensuales.

A las víctimas no les informaron ni la carga horaria ni el lugar en el que se quedarían pero les ofrecían comodidad y una supuesta ganancia anual de mil dólares, según informa Crónica.

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Las víctimas de esclavitud y explotación laboral en talleres clandestinos serán indemnizadas. Testimonios aterradores

Las víctimas de esclavitud y explotación laboral en talleres clandestinos serán indemnizadas. Testimonios aterradores

Cuando arribaron a Argentina, la realidad fue totalmente diferente. Vivían hacinados, no se les permitía salir de los talleres sin compañía de alguien de la familia Aliaga y les pagan con alimentos y $300.

De vez en cuando, los llevaban hasta un locutorio para que hablaran con sus familiares en Bolivia y les dijeran que estaban bien cuando la realidad era que no podían salir ni domingos, no tenían descanso, trabajaban de lunes a lunes y las jornadas podían llegar a empezar a las 5 para terminar a las 3 de la madrugada del día siguiente.

En la causa que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 2, a cargo del doctor Carlos D’Elía, figuran más testimonios del horror.

"No me daban desayuno porque me decían que no había avanzado nada, entonces no desayunaba y a veces ni almorzaba, le daba de corrido. Muchas veces me quedé sin desayunar y sin almorzar. Reci én comía a las 12 de la noche en la cena", cuenta otra de las víctimas.

"Mi hijo estaba encerrado (…) todo el tiempo, jugando con unos juguetes, porque decía que no podíamos estar con los niños porque teníamos que trabajar (…) A veces (…) se lo llevaban al lavadero, a comprar (..), yo lo llevo, me decía, para que a mí no me molestara para que yo trabajara más. Capaz lo abusaba (…) él no quería ir con él (…) tenía miedo", declaró otra mujer.

El clan Aliaga está imputado y con prisión preventiva. La denuncia fue presentada por Marcelo Colombo, titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).

Las víctimas recibirán una indemnización por haber sido reducidos a la esclavitud.

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