En esa instancia fue que el menor de edad decidió confesar que había sido víctima de reiterados abusos sexuales por parte de su profesor de Kung Fu. Los hechos habrían ocurrido en una academia de importante renombre que tiene una de sus sedes en Chacras de Coria. En ese lugar, el agresor llevaba al menor a una habitación apartada y lo tocaba en sus partes íntimas, según sostiene la acusación.
Comenzó a investigar la fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual Virginia Rumbo, quien días después decidió imputar al sospechoso -se reserva su nombre por pedido judicial-. La acusación fue de abuso sexual simple agravado por estar encargado de la guarda de la víctima. Como se trata de un delito excarcelable -la pena mínima es de 3 años-, quedó en libertad sujeto a ciertas condiciones.
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El sospechoso se terminó entregando el jueves y quedó a disposición de la Justicia.
A partir de esa primera denuncia surgió otra presunta víctima que también habría sufrido hechos similares por parte del profesor de Kung Fu, aunque en ese caso el hombre lo habría masturbado. La Fiscalía calificó este caso como abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda y al tratarse de un delito más grave -de 8 a 20 años de cárcel- fue que ordenó su detención.
El sospechoso se terminó entregando en la jornada del jueves y quedó a disposición de la Justicia. Su abogado Martín Ríos solicitó un pedido de arresto domiciliario y en breve también reclamará una audiencia ante un juez para discutir la privación de la libertad.
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En paralelo, fuentes judiciales detallaron que se radicó una tercera denuncia por parte de otro alumno de la academia aunque esta investigación está en su etapa primaria y todavía no se ha definido alguna imputación al respecto.
