El custodio del gobernador, que estaba de franco, indicó en un primer momento que estaba en la estación de servicio de calle San Martín y Amigorena, de Capital, donde conoció a dos mujeres, tomaron unas cervezas y se fueron juntos a un departamento, pero que luego de eso no recuerda más nada.
Le hicieron un test de alcoholemia el cual dio que tenía 0,27 gramos de alcohol en sangre, por lo que no pasaba lo permitido por la Ley de Tránsito de Mendoza, que es de 0,5 gramos de alcohol en sangre, aunque al ser chofer profesional la tolerancia en ese caso es cero. Pero por el estado en el que estaba, comenzaron a sospechar que posiblemente estaba bajo el efecto de algún estupefaciente.
Poco después, el efectivo contó otra versión. Dijo que tenía que juntarse con un amigo en calle San Martín y Godoy Cruz, de Ciudad, pero que mientras lo esperaba conoció a tres mujeres en la calle, las que lo invitaron a un departamento de la galería Emperador, ubicado en calle Buenos Aires y San Juan. Allí fue al baño y cuando salió se dio cuenta que le habían robado todo y las mujeres habían escapado.
Los investigadores fueron hasta la galería Emperador, donde un hombre les cuenta vieron cuando el hombre salió en calzoncillos. Hablaron con el encargado del edificio, quien contó que cerca de las 21.30 del martes un hombre hizo un alquiler temporario.
Subieron hasta el departamento. Encontraron la puerta abierta y en el interior había dos latas de cerveza, las cuales fueron secuestradas para encontrar huellas o si tenía rastros de algún estupefaciente.
Además, en el edificio hay cámaras de seguridad y las imágenes fueron solicitadas para tratar de verificar lo que pasó y si se pueden identificar a las supuestas ladronas.
El custodio del gobernador fue citado para presentarse en la mañana de este miércoles en la Oficina Fiscal N° 1 para hacer la denuncia, además para ser sometido a análisis en el Cuerpo Médico Forense para verificar si fue drogado o no.
Además, se aplicó el protocolo de prevención al efectivo, por lo que su auto VW Bora y su arma reglamentaria, una pistola 9 mm., y su chaleco antibalas, quedaron secuestrados en la base de la custodia del gobernador hasta que se aclare la situación.