Unas 300 personas se manifestaron el lunes por la noche en el centro de San Rafael para pedir la revisión de la condena a Julieta Silva por la muerte de Genaro Fortunato.
Miguel, el padre de la víctima, encabezó la marcha y fue acompañado por su familia y amigos.
La acusada recibió la pena 3 años y 9 meses, con arresto domiciliario.
Con el lema "Cualquiera puede ser Genaro", la manifestación fue organizada por un particular con la autorización de los Fortunato y convocada por las redes sociales, el boca a boca y los medios de comunicación.
Participaron amigos y familiares de Genaro, pero también muchas personas que no tenían relación con la familia de la víctima pero que decidieron dar su apoyo con su presencia.
Los manifestantes comenzar a concentrarse a las 20 de este lunes y permanecieron casi una hora aplaudiendo y exhibiendo carteles con la consigna "Justicia por Genaro".
Miguel Fortunato se sintió apoyado por la gente y dijo a Noticiero 6 que "es muy bueno no estar solo, de alguna manera uno siente que no es el único que percibe lo que cree que ha pasado"
A un año y un día de la muerte del rugbier, su papá expresó que "no hay forma de superarlo, insisto que es una ausencia infinita y eterna, será una etapa del duelo, eso lo sabrán mejor los psicólogos, pero es un proceso tedioso y amargo, supongo que el tiempo irá curando algunas heridas".
Reiteró su intención de apelar pero comprende que debe esperar a que su abogado lea los fundamentos para armar la estrategia legal. También confía en el fiscal Fernando Guzzo, que ya había adelantado que irá a una instancia superior para intentar revertir la sentencia.
Fundamentos
Mientras se desarrollaba la manifestación, en el edificio de Tribunales se dio a conocer los fundamentos de la sentencia.
Los jueces Rodolfo Luque, María Eugenia Laigle y Julio Bittar escribieron 62 páginas para justificar su decisión de encuadrar la muerte de Genaro Fortunato en un "homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo", con la sanción ya mencionada, junto con la decisión de mantener a Silva la prisión domiciliaria hasta que la sentencia quede firme.