Desde la calle alguien observó que algo extraño sucedía en el local y llamó al 911. Dos minutos antes, otro vecino también se había comunicado a este número de emergencias para informar que en un Renault 9 de color azul había un grupo de hombres sospechosos, quines no fueron por casualidad a la fábrica de bolsas, tenían un dato muy concreto.
Los ladrones les robaron los teléfonos celulares a las víctimas, una notebook y tenían listos $100.000 que había en la empresa. Esta suma habían ido a buscar y, por lo tanto, también existió la participación de un datero.
Arribaron rápidamente dos móviles al lugar: el coche 1780 de la Unidad Operativa de Capital y el 2295 de la Comisaría Cuarta. Los efectivos dejaron los autos y cuando estaban entrando a la empresa, se encontraron de frente con los ladrones. Éstos comenzaron a disparar; al menos dos tiros efectuaron contra los uniformados, quienes respondieron del mismo modo. No se produjeron heridos.
Los ladrones volvieron sobre sus pasos y se introdujeron en el galpón, rompieron el techo y tres escaparon por allí. Uno se quedó en una oficina y se entregó a los policías.
Pero los efectivos subieron al techo e iniciaron una persecución por sobre las casas de la cuadra hasta que lograron capturar a dos más, mientras que uno solo huyó.
Uno de estos últimos detenidos tenía en su poder una pistola Taurus 9 milímetros con proyectiles en el cargador. Por otro lado, la notebook no fue recuperada y el dinero quedó en la empresa, no alcanzaron a tomarlo gracias al rápido llamado de los vecinos y llegada de los policías..
La investigación quedó a cargo de la Oficina Fiscal Nº 13, de Capital.