El Pulpo, de 55 años, es uno de los pocos líderes vivos del motín del 2000. Estaba condenado a 14 años y 2 meses por robo agravado y se le unificó por privación ilegítima de la libertad durante el desarrollo del motín en 14 años y 8 meses. Había cumplido 12 años y 8 meses.
Tras el motín fue trasladado a la cárcel de Ezeiza donde en marzo del 2004 fue atacado con facas, recibiendo dos puntazos en un calabozo de máxima seguridad. Trasladado sin gravedad a la enfermería pidió ser trasladado a Mendoza porque su hermano Rodolfo, quien también estaba preso se encontraba en estado terminal por el virus HIV.
Trasladaron a Barloa a nuestra provincia y pidió a la justicia el beneficio de la salida transitoria que se le concedió en diciembre del 2010 y era de 12 horas. Salía los sábados a la mañana y regresaba a la noche a San Felipe.
Luego en mayo, el juzgado le amplió el horario de salida a 36 horas por lo que regresaba el domingo y en este caso, a la Colonia Penal de Gustavo André. En agosto se le concedió autorización en el sistema de semilibertad (antes denominado “trabajo extramuro”) y para facilitarle su traslado lo habían ubicado en la Unidad 9 de Boulogne Sur Mer lo que antes era la caballería.
Barloa salía a trabajar de lunes a viernes. Los sábados y domingos tenía salida transitoria. Él había solicitado a la justicia salir, por lo que el juez pidió dos informes evaluativos: uno al Consejo Correccional que está integrado por 7 miembros de la unidad penal donde esta alojado el condenado y el otro correspondiente al Organismo Técnico Criminológico. Ambos informes se elevan al juez de ejecución que es quien decide si otorgarle el permiso que en este caso fue Eduardo Mathus.
Producción Periodística Fabrcio Panella Vidal