En la publicación formal de Laudato Si', la palabra calentamiento aparece nueve veces y la frase cambio climático, doce veces. Este documento ha servido de referencia mundial en el debate sobre el cambio climático, inspirando tanto a políticos como a organizaciones y comunidades a tomar acciones concretas.
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El Papa estuvo presente en la COP21 y en la COP28, al no poder asistir, hizo llegar su mensaje por medio de una carta. Francisco trabajó incluso para unir a líderes religiosos y políticos en torno a la sostenibilidad. En 2019, firmó un acuerdo sin precedentes con el Gran Imán de Al-Azhar, para promover la paz y la cooperación interreligiosa necesarias para enfrentar desafíos globales como el cambio climático y la pobreza.
En Laudato Si' el pontifice analizó:
- la contaminación creciente de los mares, ríos y continentes
- la problemática de la escasez de agua
- la pérdida de la biodiversidad: la extinción de plantas y animales
- la disminución de la calidad de la vida humana
- la desigualdad global que se va acentuando.
Podríamos extraer un decálogo de recomendaciones si tenemos en cuenta sus enseñanzas, por fuera del solemne texto:
- No prender la calefacción, en lo posible, abrigarse dentro de casa.
- Abandonar el estilo de vida consumista, conformarse con menos, vivir con sobriedad.
- Evitar en lo posible el uso de hidrocarburos y plásticos de un solo uso.
- No contribuir al desperdicio del agua, reducir el consumo innecesario. No dejar abierta la llave de paso. No lavar el coche con manguera, sino con una cubeta. No regar las plantas al mediodía cuando el sol evapora el agua, sino al atardecer.
- Separar los residuos, en orgánicos e inorgánicos. No dejar en la calle las heces del perro que sacamos a pasear. No tirar basura ni colillas de cigarro en las aceras. No tirar pilas, baterías y desechos electrónicos a la basura.
- Cocinar sólo lo que se va a comer, no desperdiciar alimentos.
- Reciclar y reutilizar todos los bienes posibles.
- Usar transporte público o compartir un vehículo entre varias personas
- Plantar árboles.
- Economizar energía eléctrica. Apagar las luces que no se usan en las casas y no prender los aires acondicionados.
Predicar con el ejemplo
Gracias al compromiso del Santo Padre con el ambiente, el Vaticano experimentó cambios necesarios para reducir el impacto ambiental en su territorio además de promover practicas sostenibles en la Iglesia. Por esta razón, se instalaron paneles solares y otros sistemas de energías renovables; se priorizó la eficiencia energética a la hora de las renovaciones en los edificios; se prohibió la utilización de plásticos de un solo uso; y se promovieron la reforestación y el reciclaje, y la separación de residuos.
Francisco también puso énfasis en la necesidad de educar a los jóvenes en la sostenibilidad y a menudo los instó a comprometerse con la ecología.
Su legado en materia medioambiental será una posta que, en algún momento, seguramente tomará y ampliará su sucesor.