País CGT
En un documento advirtió sobre la destrucción del salario y de los puestos de trabajos formales y no formales.

La CGT hará un paro nacional y dijo que el país está a la deriva

Por UNO

La CGT difundió un duro documento con el que justificó su convocatoria al cuarto paro general en la gestión de Mauricio Macri, que será el 25 de septiembre, y advirtió que "nadie puede estar tranquilo ante la peligrosa deriva económico-social de un gobierno que no acierta a encontrar una salida a la crisis".

"Ya no se trata solamente del incumplimiento de muchas de las promesas formuladas durante la campaña, sino de la falta de solución de aquellos problemas que venían a resolver, sumando, en cambio, otros de igual o mayor complejidad, colaborando en su génesis", planteó la central obrera en el extenso texto que difundió horas después del plenario de secretarios generales.

Además, la CGT señaló que el empleo está "atravesando una curva descendente como consecuencia de la destrucción de puestos de trabajos formales y no formales, multiplicándose en forma aritmética la generación de trabajo precario, lo que se puede observar en cada región del país".

Sobre la inflación, la entidad de la calle Azopardo alertó que "está descontrolada, sepultando la afirmación del Presidente de que era ´una cuestión sencilla de resolver´", en alusión a unos dichos de Macri en la época de su campaña presidencial de 2015.

A su vez, la central sostuvo que "no hay modo de comprender el actual esquema de tarifas en la energía y el transporte que recae de modo brutal sobre los hogares", y consideró que "urge retrotraer" los valores de los servicios públicos al 1 de diciembre de 2017 como planteaba la ley que aprobó la oposición en el Congreso y el mandatario luego vetó.

"A esto se suma la brutal devaluación de la moneda, cuyo efecto hace estragos sobre el poder adquisitivo de los trabajadores", agregó.

Por otro lado, en el documento de cinco páginas, la CGT exigió al Gobierno "la pronta reactivación de la obra pública como gran sustento de la inversión del Estado, que permite no solo mejorar la calidad de vida de aquellas comunidades a las que va dirigida, sino también la generación de fuentes de trabajo genuinas, en forma directa e indirecta".

A la vez, el documento reclamó sobre la situación de los jubilados y de los docentes, insistió a la Casa Rosada en no avanzar con una reforma laboral, y se quejó de "una dura ofensiva contra los gremios, dejando al descubierto el objetivo de desactivar la protesta social".

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