Cristina Fernández de Kirchner tuvo una llegada que no pasó desapercibida al Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires. Miles de militantes la recibieron eufóricos con bombos, platillos, pancartas y banderas.

La ex mandataria, lejos de parecer preocupada por estar citada a declarar el miércoles ante la Justicia por la causa de venta de dólar a futuro, se bajó del avión feliz. Fiel a su estilo, la expresidenta corrió a los agentes de seguridad y se acercó al vallado para saludar a los militantes que cantaban el clásico de la década K: "Cristina, Cristina, Cristina corazón".

Los cantos no pararon en ningún momento hasta que la exmandataria partió a su casa de Recoleta. Es más, a pesar del fuerte operativo de seguridad que la recibió, la líder del kirchnerismo se subió al umbral del auto y saludó por última vez. Mientras tanto, los militantes seguían: "Tomala a vos, dámela a mí, el que no salta es de Clarín".

Cristina Kirchner se presentará el miércoles ante el juez Claudio Bonadio en la causa en la que está imputada por la venta de dólares a futuro.