La suspensión se debió no solo a la intensa lluvia sino también a una obra postergada por el club de la Ribera para reciclar todo el terreno de juego.
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El árbitro Patricio Loustau comprobó que el campo de juego estaba anegado ante un imponente marco de unos 40.000 hinchas boquenses que con River ya campeón de la Liga Profesional apuntan su ilusión a la final de la Copa Argentina del 8 de diciembre, en Santiago del Estero, frente a Godoy Cruz o Talleres.
Los hinchas cantaron como si el partido se jugara e incluso tras anunciarse la suspensión permanecieron en sus lugares cantando bajo la lluvia hasta que se empezaron a apagar las luces.
La reprogramación fue acordada por ambos clubes y de parte del Consejo de Fútbol de Boca, Jorge Bermúdez señaló que fue una decisión "triste por la cantidad de gente que había venido" explicó que "la obra que hay que realizar en el campo de juego se postergó, cuando estaba programada para agosto".
"Cuando se anunció la vuelta del público a los estadios, se decidió dejarla para más adelante pero no habrá más demoras y comenzarán el 13 de diciembre", dijo el colombiano.
Justamente, para entonces ya Boca habrá jugado su último partido de la Liga Profesional ante Central Córdoba, de Santiago del Estero, y sabrá si jugará la Copa Libertadores 2022 (ya está clasificado para la Sudamericana por haber ganado la Copa Diego Maradona) por Copa Argentina o por el campeonato local. En este último por el momento se está quedando afuera por Tabla Anual.
"Las obras se van a realizar de manera completa y durarán el tiempo que corresponda", remarcó Bermúdez, lo que implicaría que en caso de clasificarse a esa Copa Libertadores y más allá del certamen argentino, tendría que jugar como local en otro escenario, y allí se abre un amplio abanico de posibilidades.
