La jugada ocurrió en el partido que disputaba el Leicester ante el Stoke City por la 23ª jornada de la Premier League.
El partido se encontraba 2 a 0 a favor de los de Ranieri, y cuando faltaban poco más de diez minutos para la conclusión del encuentro, una peligrosa falta lanzada por el equipo local se convirtió en un disparate.
Los responsables fueron el defensa Robert Huth y el centrocampista Danny Drinkwater. Con la barrera colocada, ambos jugadores se colocaron junto al balón para intentar engañar al portero, pero lo que consiguieron fue engañarse y estorbarse entre ellos mismos.
Drinkwater amagó, y el golpeo de Huth fue lamentable, el balón acabó en el banderín de córner.