El futbolista compareció en la sede de la entidad junto a su compañero Nauzet para dar su versión de los hechos, y a continuación se trasladó a Barranco Seco, donde habló con el entrenador, Quique Setién, y comenzó a entrenarse en solitario, pues la sesión de trabajo de sus compañeros ya había finalizado. Araujo declaró que ahora debe estar "callado" y hablar "en el campo" para demostrar que volverá a ser "el mejor", si bien reconoce que en los próximos partidos "me va a costar porque voy a ser pitado". El jugador explicó que, aunque estaba en el mismo local de ocio con Nauzet Alemán, no vio la agresión que sufrió su compañero, por la que debieron darle 18 puntos en la cara en un hospital."No sé lo que pasó, estaba en el mismo lugar, y tampoco me pegué con él como se ha dicho, tengo una relación muy buena con Nauzet y además yo no sé pegar a nadie", ha subrayado el argentino. También explicó que el domingo por la mañana acudió al entrenamiento y llegó al vestuario "a la hora que debía", y que fue sincero con el entrenador, Quique Setién, reconociéndole que "había salido y dormido poco", por lo que prefirió quedarse dentro del mismo durante toda la sesión de trabajo y después se fue a casa.
Araujo acatará la sanción que le impongan, incluso que le puedan apartar del equipo -"en eso no me puedo meter, lo tendrá que decidir el club"-, y cree que le restan trece partidos "para demostrar", dijo: "Nunca me fui, estuve ausente pero volveré a dar mi mejor nivel".
Fuente: EFE