Análisis y opinión

¿Para qué vino el Presidente?

La primera visita de Alberto Fernández a la Provincia como Jefe de Estado dejó gusto a poco, de acuerdo a las expectativas que se había generado en la previa.

Podría evaluarse su fugaz paso por Mendoza, donde participó del lanzamiento del Plan Vitivinícola 2030 de COVIAR, como intrascendente por la falta de anuncios, aunque, quizás, la presencia del Presidente pueda tener cierta carga simbólica que no habría que subestimar.

Llegó tarde, tardísimo, y su discurso improvisado no dejó nada concreto, incluso con un par de errores técnicos que no pasaron inadvertidos, como decir que bajó las retenciones al sector, cuando en verdad su gobierno las subió; y señalar que había caído el consumo del vino, cuando en pandemia tuvo un incremento notable.

De todos modos, si se tomó la molestia de venir desde Buenos Aires para volverse al rato, eso es demostración de su apoyo al sector vitivinícola y, en particular, a la institucionalidad de COVIAR, que nuclea al mismo Estado a través de distintos organismos con representación en la corporación, y a diversas entidades -excepto a los que están en la mesa que lidera Bodegas de Argentina-.

No es poco el tono amable con que Fernández se refirió al Gobernador, incluso apoyando algunos conceptos del discurso del mandatario provincial. Si se tiene en cuenta que hace semanas lo había dejado fuera de la reunión de gobernadores con las autoridades chilenas, y que nunca había venido a Mendoza como presidente, habría que observar un cambio de actitud.

Igualmente, sería prematuro aventurar cómo seguirá la relación de la Nación respecto de los intereses de la Provincia, en el país de la grieta y la crispación política.

Pocas nueces

En cuanto a definiciones, la pregunta que se hacían todos es por qué Alberto Fernández no hizo ningún anuncio y se remitió a algunas generalidades sobre el potencial de la vitivinicultura y el consumo del vino.

Al respecto, el presidente del INV, Martín Hinojosa, indicó que la decisión sobre el reclamado programa PROVIAR II estaba tomada. El mismo titular de la COVIAR, José Alberto Zuccardi, nos dijo a través de los micrófonos de Radio Nihuil que Alberto Fernández se lo anunció verbalmente. De concretarse el anhelado programa con financiamiento del BID para pequeños productores, se facilitaría la inversión en la tecnificación y eficiencia del riego de los cultivos.

Fue Rodolfo Suarez la voz cantante de una serie de reclamos para apuntalar la vitivinicultura, aunque luego no hubo respuestas del Presidente. Más tarde, en una charla con periodistas el Gobernador se mostró comprensivo con Fernández al señalar que son asuntos que llevan tiempo trabajar. "En privado tampoco hablamos de esos temas porque terminaron los discursos y no volví a estar con el Presidente", explicó Suarez.

Ambos sólo tuvieron una conversación en el viaje desde el aeropuerto hasta el INTA de Luján, en el que hablaron del frustrado viaje a Chile, de Portezuelo del Viento y del interés del gobierno mendocino de participar de la próxima misión a China, según confió el Gobernador. (Ver aparte).

El clima general del encuentro de los anfitriones vitivinícolas y del gobierno provincial con el principal invitado fue de cordialidad, pese a la ausencia de anuncios oficiales desde la Nación, y donde lo único concreto fue la presentación del PEVI 2030 que contó con la participación de 1.500 actores diversos del sector.

Es cierto que el Presidente tiene la cabeza puesta en cuestiones candentes, como es la situación que se vive en Formosa, sobre lo cual la prensa le iba a preguntar apenas tuviera un contacto. Pero lo extraño es que no haya puntualizado ninguno de los tópicos de la problemática del sector o que, en su defecto, no los haya abordado el ministro de Agricultura, quien también estuvo presente.

Por ahora, la COVIAR deberá conformarse con la mera presencia presidencial, lo que implica en sí un aval a la corporación ante el enfrentamiento con Bodegas de Argentina, que el sábado quedó más expuesto que nunca. A propósito de la grieta vitivinícola, Suarez declaró al periodismo que el Consejo Económico, Social y Ambiental podría ser el ámbito para dirimir las diferencias.

Por el lado del gobierno mendocino, la visita presidencial podría vislumbrar la posibilidad de recuperar una gestualidad que se había perdido y que podría ser beneficiosa para la Provincia si perdurara y se tradujera en recursos.

Pero la politica tiene sus avatares e intereses y nada indica un real acercamiento entre los gobiernos nacional y provincial, no por el estilo de los mandatarios, sino por los signos políticos que los enfrentan, más en un año electoral, y mientras el cristinismo y Juntos por el Cambio han radicalizado su confrontación.

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