La escena con la que se encontraron era dantesca: “Las cajas apestosas abarrotaban la estación y muchos animales habían muerto de asfixia, hambre o sed”, contaron. Creen que estuvieron al menos una semana en el lugar sin recibir cuidados.
“Todo el lugar apesta a cuerpos en descomposición, era un verdadero infierno”, dijo otra rescatista, Hua, a CBS. “Rescatamos a unos 50 gatos y perros, así como a 200 conejos, pero era menos del 5 por ciento de todos los animales allí”, aseguró un voluntario que se identificó como Dan. Según la ONG, el número de animales muertos restantes podría ascender a al menos 5000.
Algunos animales habían sido enterrados en un campo cercano con una excavadora, aseguraron. Los animales rescatados fueron dados en adopción o enviados a clínicas de mascotas para recibir tratamiento.
Estos animales provenían de una granja de la provincia de Anhui y habrían sido enviados a compradores de todo el país que los habían solicitado como mascotas por internet.
Las hojas de ruta adjuntas a las cajas mostraban que fueron transportadas por la empresa de mensajería urgente Yunda. Dos empleados de Yunda confirmaron al Global Times que la empresa permite la entrega urgente de animales vivos. “Los animales se transportan en cajas con agujeros”, dijeron.
La ley china en realidad prohíbe el envío de animales vivos en paquetes.
Según Hua, la tragedia se debió a “Errores de comunicación dentro de la compañía y la falta de implementación de las leyes sobre encomiendas”. “Por supuesto, tanto los compradores como los vendedores también son responsables”, consideró.
Poco después, la ONG se enteró de que había otro cargamento de mascotas en el pueblo cercano de Dameng. Después de 13 horas de operaciones de rescate, el grupo pudo salvar a unos 1.000 animales más, en su mayoría conejos. Pero eso fue solo aproximadamente la mitad del número total encontrado en el segundo sitio, y el resto murió.