En paralelo, este jueves la campaña de Trump también recibió una noticia judicial en Pensilvania, otro estado clave con final abierto: una corte falló que los observadores de la campaña de Trump "pueden seguir todo el proceso (de escrutinio) a dos pies (poco menos de dos metros) de distancia".
La campaña de Trump rápidamente calificó este fallo como una gran victoria; sin embargo, la decisión de la Corte no le otorga el poder de fiscalización que los republicanos querían, sino que solo se limita a permitirles que observen de más cerca, según el canal de noticias Fox.
Además, el fallo tampoco cuestiona de ninguna manera el proceso de escrutinio actual en ese estado, en el que ya se contaron el 88% de los votos y Trump mantiene una ventaja con un 50,3% frente al 48,5% del candidato opositor, el ex vicepresidente Joe Biden.
Ninguna de estas dos decisiones judiciales desanimaron la estrategia oficialista de intentar desafiar el escrutinio en las cortes.
Al mismo tiempo que Nevada retomaba el escrutinio, referentes republicanos cercanos a Trump denunciaron este jueves en ese estado la existencia de miles de "votos ilegales", acusaron al Gobierno demócrata de no permitirles analizarlos y presentaron una demanda ante la Justicia para que no sean contados en el escrutinio oficial.
"Estamos confiados en que existen miles de personas cuyos votos fueron contados, pero que se mudaron del estado durante la pandemia", explicó primero Adam Laxalt, ex fiscal general de Nevada, y explicó que, con la demanda judicial, le piden a las cortes que detengan el escrutinio de esos "votos indebidos".
A su lado, Ric Grenell exdirector nacional de inteligencia, explicó que en Nevada, cuando una persona "no vive hace 30 días en el estado, no puede votar", según mostró el canal de noticias Fox.
"Las boletas no son votos legales hasta que son chequeados y el problema es que las máquinas contaron esas boletas y las tiraron, y el Gobierno no nos deja chequearlas", agregó y marcó una y otra vez una diferencia entre "las boletas y los votos legales".
Laxalt habló inicialmente de 10.000 "votos ilegales", pero luego aseguró que podrían haber más.
Nevada es uno de los cuatro estados clave que siguen con final abierto a dos días de las elecciones presidenciales y, con el 76% de los votos escrutados, la diferencia a favor de Biden se amplió a un poco menos de 11.500 sufragios.