"Para aquellos con la fragilidad más severa, incluso los efectos secundarios relativamente leves de la vacuna pueden tener graves consecuencias", ha afirmado el Instituto Noruego de Salud Pública. Fiebre y náuseas podrían “haber provocado la de algunos pacientes débiles”, dijo Sigurd Hortemo, en el primer informe de la agencia sobre los efectos secundarios.
Más de 30.000 personas han recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna en el país escandinavo desde fines de diciembre, de acuerdo con las cifras oficiales.
“No estamos alarmados por esto. Está bastante claro que estas vacunas tienen muy poco riesgo, con una pequeña excepción en el caso de los pacientes más débiles ”, dijo el director médico de la agencia, Steinar Madsen, a la emisora NRK. “Los médicos deben considerar cuidadosamente quién se ha de vacunar. Los muy débiles y que se encuentran al final de su vida pueden recibir la vacuna tras una evaluación individual ”, agregó.
Días atrás el Instituto Noruego de Salud Pública dijo que “cualquier efecto colateral de la vacuna será compensado por un riesgo reducido de enfermarse gravemente de COVID-19 en el caso de personas ancianas débiles”. Añadió que “para los pacientes muy débiles y los terminales se recomienda una evaluación cuidadosa de los beneficios contra las desventajas de la vacunación”.
Las autoridades noruegas han ajustado sus consejos acerca de quién recibe la vacuna contra el COVID-19 tras la muerte de algunas personas mayores y dijeron que es el médico quien decide si una persona recibe o no la vacuna.
Las compañías Pfizer-BioNTech están trabajando en el país escandinavo para investigar las muertes, tal y como ha afirmado la farmacéutica Pfizer en un comunicado. "La cantidad de incidentes hasta ahora no es alarmante y está en línea con las expectativas", ha subrayado.