La tumba de la reina Khentkaus III podría demostrar una similitud entre su mundo, alrededor del 2450 a.C., y la actualidad, por lo que podría ser un anuncio del colapso mundial.

¿El descubrimiento de una antigua reina egipcia puede predecir el fin del mundo?

Por UNO

El equipo liderado por el profesor Miroslav Barta, del Instituto Checo de Egiptología, descubrió la tumba de la 'Reina Madre' y su análisis podría demostrar una gran cantidad de similitudes con la actualidad. De comprobarse, no sería una buena noticia.

"El surgimiento de la democracia, el terrible impacto del nepotismo y el papel que desempeñaron grupos de interés", más el cambio climático, llevaron a su fin al Imperio Antiguo, que se extendió entre el 2649 y 2150 a. C. Y es que solo 200 años tras la muerte de la reina Khentkaus III el Nilo no crecía y la sequía consumió al reino, lo que "contribuyó a la desintegración de la era de los constructores de pirámides", detalló el especialista.

En ese sentido, una publicación de la CNN agrega que "sin inundaciones razonables no hubo cosechas razonables y, por lo tanto, se recaudaron pocos impuestos", por lo que "no había medios suficientes para financiar el aparato del Estado y mantener su ideología e integridad".

¿Por qué esto sería un problema para el mundo actual? De comprobarse las líneas de investigación, se encontrarían "muchos caminos hacia nuestro mundo moderno, que también enfrenta muchos desafíos internos y externos".

Barta también intenta responderse si se está al borde del colapso. No lo descarta, aunque asegura que es importante aprender "de la tumba de Khentkaus". "Si aceptamos el colapso como un hecho, entenderemos los colapsos como una parte del curso natural de las cosas y uno de los pasos necesarios en el proceso que conduce hacia la 'resurrección'", asegura, por lo que, solo entonces, se podrá "hacer algo al respecto".

La tumba fue descubierta en la necrópolis de Abusir, a 198 metros de donde se encontraba su esposo, el faraón Neferefre, quien gobernó hace 4.500 años. El hallazgo representa, para Barta, "un parche negro en la historia del Imperio Antiguo".

Ahora, el Instituto Checo de Egiptología comenzó a evaluar los elementos encontrados en la tumba, que podría marcar una gran similitud con el mundo actual, con desastres naturales, revoluciones políticas y un cambio climático que derivó en un gran colapso.