Un nene chino de seis años se salvó de milagro luego de caer 60 metros y apenas recobró la conciencia quiso jugar con un smartphone.
El niño se subió a una ventana, cayó y tuvo que ser hospitalizado tras sufrir graves heridas, varias costillas rotas y contusiones pulmonares, consignó el diario Chongqing Commercial Daily.El accidente ocurrió el 8 de enero pero trascendió este jueves cuando el centro de salud que anunció que después de casi dos semanas de observación los médicos determinaron que su vida ya no corría peligro.
El niño, que se había quedado paralizado de cintura para abajo en los primeros días tras el accidente, ya comenzó a recobrar la movilidad de sus piernas y los médicos tienen la esperanza de que con el paso de los días se recupere completamente de la caída.Los doctores creen que las flores que estaban en el suelo que cayó y los árboles cercanos ayudaron a amortiguar el impacto.