La mujer, de 40 años, hizo una publicación en Facebook, "Nice Coffee", y se viralizó. Su objetivo era ayudar a las personas sin techo en estos días de mucho frío, y lo logró.

Yemina abre su café para quienes viven en la calle y les brinda un desayuno

Por UNO

Calle San Juan 660 de Mendoza capital. Un café pequeño, muy familiar y con estilo hogareño. Frente de vidrio, puerta doble de madera agrietada y largas cortinas marrones. En su interior paredes blancas y marrones con un televisor colgado en una esquina, mesas chicas y sillas antiguas talladas. Se respira el olor a café recién hecho y al fondo detrás de un mostrador hay una mujer con amplia sonrisa. No es cualquier café y su clientela no es la habitual. Cada día se acercan a la barra personas en situación de calle. Saben que allí son bienvenidos y que siempre tienen a su disposición una taza de café para calentar su cuerpo y hacerles frente a las bajas temperaturas reinantes.

"Él es Luigi, es un conocido que viene todos los días", explica Yemina Garay, la dueña del lugar. Para ella el frío es algo en lo que tiene experiencia. Antes de asentarse en Mendoza decidió viajar por el mundo. En esa aventura, vivió durante años en Michigan, Estados Unidos, y allí conoció lo que son las bajas temperaturas, que rozan hasta los -15°C.

"Nice coffee" es su sueño materializado y también la manera que tiene de aportar un granito a la sociedad. Cada día abre bien temprano, a las 6, y les brinda una taza de café a personas en situación de calle o a todo aquel que no tenga los recursos para poder pagarlo.

"Luigi, por ejemplo, anda por las calles y en la noche trata de encontrar una pieza o refugio donde dormir. No sabe leer ni escribir, pero es una persona educada y siempre dispuesta. Acá viene y nos ayuda a limpiar, ordenar", detalló Yemina.

El hombre, de unos 50 años, vestía unos jeans desgastados, una campera de abrigo inflable y un gorro de lana negra. Sentado solo en una mesa se quedó un rato y luego volvió a enfrentar el frío de cada día.

"Hace 3 semanas empecé a notar una creciente demanda de gente que pasaba pidiendo trabajo, comida, un abrigo, un café o lo que fuese. Entonces me sentí shockeada por la situación y decidí buscar la forma de ayudar. No les puedo dar un techo, pero ante el frío o la nevada de anoche algo calentito no se le niega a nadie", indicó Yemina ante la consulta de Diario UNO digital.

La mujer de 40 años hizo una publicación en su perfil de Facebook ofreciendo a todo aquel que pasara una taza de café, un diario para leer y un techo en el que refugiarse, al menos durante un rato.

Yeni, como le dicen en el barrio, se vio sorprendida por la respuesta de la gente que compartió una y otra vez su oferta, hasta que se viralizó. Su recurso es una donación de café y permanentemente lo tiene preparado para servirlo a quien pase por allí.

Así como Luigi, hay más hombres y mujeres que recurren en cada jornada hasta su local. Llegan con la piel castigada por el frío y la desazón de no tener dónde estar; se van habiendo tomado algo caliente y con el cuerpo más templado para soportar las bajas temperaturas de estos días.

Yemina expresó que quiere ayudar, no pide nada a cambio ni explicaciones de quienes van al café. Su único deseo es aportar su granito de arena para generar una sociedad mejor.

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Sorprendida. Yemina hizo un posteo en una red social, que después cientos de usuarios compartieron y se multiplicó sin parar.
Sorprendida. Yemina hizo un posteo en una red social, que después cientos de usuarios compartieron y se multiplicó sin parar.
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