Yemina Garay es la dueña del comercio y frente a la gran cantidad de personas que pasa pidiendo ayuda, decidió hacer algo.

Un café en pleno centro brinda desayuno gratis a personas en situación de calle

Por UNO

Calle San Juan 660 de Mendoza capital. Un café pequeño, muy familiar y con estilo hogareño. Frente de vidrio, puerta doble de madera agrietada y largas cortinas marrones. En su interior paredes blancas y marrones con un televisor colgado en una esquina, mesas chicas y sillas antiguas talladas. Se respira el olor a café recién hecho y al fondo detrás de un mostrador hay una mujer con su amplia sonrisa. No es cualquier café y su clientela no es la común. Cada día se acercan a la barra personas en situación de calle. Saben que allí son bienvenidos y que siempre tienen a su disposición una taza de café para calentar su cuerpo y hacerle frente a las bajas temperaturas.

"Él es Luigi, es un conocido que viene todos los días", explica Yemina Garay, la dueña del lugar. Para ella el frío es algo en lo que tiene experiencia. Antes de asentarse en Mendoza decidió viajar por el mundo. En esa aventura, vivió durante años en Michigan, Estados Unidos, y allí conoció lo que son las bajas temperaturas que rozan hasta los -15°.

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"Nice coffee" es su sueño materializado y también la manera que tiene de aportar un granito a la sociedad. Cada día abre a las 6 de la mañana y le brinda una taza de café a personas en situación de calle o a todo aquel que no tenga los recursos para pagarlo.

"Luigi por ejemplo, anda por las calles y en la noche trata de encontrar una pieza o refugio donde dormir. No sabe leer ni escribir pero es una persona educada y siempre dispuesta. Acá viene y nos ayuda a limpiar, ordenar", detalló Yemina.

El hombre de unos 50 años vestía un jean desgastado, una campera de abrigo inflable y un gorro de lana negra. Sentado solo en una mesa se quedó un rato y luego volvió al frío día.

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"Hace 3 semanas empecé a notar una creciente demanda de gente que pasaba pidiendo trabajo, comida, un abrigo, un café o lo que fuese. Entonces me sentí shockeada por la situación y decidí buscar la forma de ayudar. No les puedo dar un techo, pero ante el frío o la nevada de anoche algo calentito no se le niega a nadie", indicó Yemina.

La mujer de 40 años hizo una publicación en su perfil de Facebook ofreciendo a todo aquel que pasara una taza de café, un diario para leer y un techo en el que refugiarse, al menos durante un rato.

"Yeni" como le dicen en el barrio, se vio sorprendida por la respuesta de la gente que compartió una y otra vez su oferta, hasta que se viralizó. Su recurso es una donación de café y permanentemente lo tiene preparado para servirlo a quien pase por allí.

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Así como "Luigi" hay más hombres y mujeres que recurren en cada jornada. Llegan con la piel castigada por el frío y la desazón de no tener donde estar; se van habiendo tomado algo caliente y con el cuerpo más templado.

Por su parte Yemina, manifestó que quiere ayudar, no le importa nada a cambio ni explicaciones de quienes van al café. Su único deseo es silamente aportar su parte para generar una sociedad mejor.

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Foto: Maximiliano Ríos / Diario UNO
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Foto: Maximiliano Ríos / Diario UNO
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