Santa Rosa, entre el Macondo gate y el mal de pueblo chico

"Es el Macondo gate", ironizó alguien el viernes, refiriéndose al inevitable paralelismo que se hace desde hace mucho tiempo, entre el presente caótico de la comunidad santarrosina y aquella de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.Santa Rosa sufre el mal del pueblo chico. Allí está el agua a punto de hervor, lista para cocinar amores y los odios de los más variados. Desde el simple enfrentamiento entre familias vecinas y el chusmerío de almacén, hasta la rivalidad por pertenencias a clubes diferentes, distritos distintos o partidos políticos enfrentados. También el haber ido a escuelas distintas sirve para entablar amistades eternas y enemigos pertinaces. Y, si bien por momentos esas rivalidades están aletargadas, un suceso inesperado puede hacer que aflore el encono.Esta realidad puede verse pintoresca desde afuera, pero para adentro, es una característica desgastante, que obstaculiza cualquier buen intento de progreso.En esta realidad, se puede definir que Santa Rosa es peronista. Hay mayoría de afiliados y simpatizantes a este movimiento. Solo las peleas internas entre ellos le han permitido al Partido Demócrata ganar un par de elecciones. Los radicales nunca lo consiguieron. Pero también es bueno tener en cuenta que en el padrón más chico de Mendoza, las elecciones se ganan por 300 votos.Todo esto, todo este contexto, es el que ayer se analizaba en Santa Rosa para definir quién remplazaría a Salgado en la intendencia.Los peronistas tenían varios problemas. Claro, el principal era el de Salgado detenido y el brutal desgaste que han sufrido en estos días. Para colmo, el edil peronista que podría haber asumido si Norma Trigo declinaba, era Celso Retta, sindicalista municipal que no es querido ni por Salgado ni por su equipo y no tiene mucho plafón dentro del partido.Además, Retta habría tenido negociar con la Provincia la ayuda financiera necesaria para superar la crisis y si para cualquier peronista sería difícil, para un recién asumido intendente sin ninguna experiencia ni preparación, sería imposible.Del otro lado, el radicalismo, seguro desde hace tiempo de que quiere ser el que "salve" al departamento. Su única dificultad surgió cuando el gobernador y la dirigencia provincial de la UCR comenzaron a sugerirles que no lo hicieran."Es ahora. No podemos dejar a un peronista en la intendencia. Más allá de que estamos lo suficiente fuertes como para manejar este momento, no podemos permitir que el PJ se vuelva a fortalecer desde allí", dijo un experimentado radical.Entonces, más allá de dilaciones y tratar de buscar más consenso, Norma Trigo es quien gobernará en los próximos meses. Ahora faltará definir si hace un llamado a elecciones para intendente y cuándo. Todo dependerá del clima que reine en esta Macondo mendocina.

Se esperan más causas espinosas

El fiscal Santiago Garay ya tiene una causa abultada y con varias figuras penales para justificar el procesamiento y la detención de Sergio Salgado. Pero, lo más probable, es que se vayan sumando acusaciones.Una de ellas es la sobrefacturación en obra pública y ciertos beneficios hacia algunas empresas.Uno de los casos más emblemáticos, que es una de las doce posibles causales de destitución sobre las que trabajaba la Comisión Investigadora del Concejo Deliberante, es la del monumento de bienvenida, que fue inaugurado por Salgado en junio del año pasado y que está en el ingreso a la villa cabecera y a la vera de la ruta 7.Son dos simples siluetas humanas de hormigón, sobre una base amplia y el resto es de hierro. Está en medio de una laguna (absurdamente seca) y que tiene fondo de nailon negro. La obra, según las cuentas oficiales de la Municipalidad, salió $1.800.000.Agrava la situación el hecho de que la empresa que lo ejecutó tiene como titular a un funcionario municipal y como únicos dos empleados, a dos trabajadores de la comuna.