Octubre Rosa

Para el doctor Francisco Gago, "al cáncer hay que salir a buscarlo"

El médico experto en patología mamaria recibió un emotivo homenaje que sirvió para lanzar un nuevo Octubre Rosa en la provincia. A sus 73 años, permanece activo en su consultorio; aquí habla del poder de la mujer y explica por qué la medicina es "un estilo de vida".

Su figura es un tanto diminuta para lo que transmiten sus palabras. Habla pausado y detrás de su encorvadura se ven las enormes huellas que va dejando en su vida. Una familia numerosa, puede decirse, con su esposa, cinco hijos, nietos, yerno y nueras, y la familia que –sin darse cuenta quizás- fue construyendo en su carrera como médico. Porque allí estaban por él reunidos, con los ojos húmedos de emoción, algunos de sus cientos de discípulos, colegas, enfermeras, técnicos de la salud y un puñado de las tantísimas mujeres a las que les ha salvado la vida y que para él son mucho más que sus pacientes.

El doctor Francisco Gago recibió un merecido reconocimiento en la Legislatura de Mendoza. El acto en su homenaje fue propiciado por la senadora provincial Fernanda Sabadín, y sirvió para iniciar un nuevo Octubre Rosa con el propósito de concientizar acerca del cáncer de mama. Y qué mejor que hacerlo mediante el protagonismo de una eminencia en la medicina de la mujer, que en su medio siglo de trayectoria supo traspasar fronteras locales y nacionales para imprimir sus conocimientos en el mundo.

“Con este tipo de reconocimientos uno ve, después de haber recorrido un largo camino por la medicina, que no ha sido en vano, que todo esfuerzo, todo sacrificio tiene su recompensa”, expresa el médico que se dedicó a las patologías mamarias “cuando entré a hacer mi residencia en el hospital Ferroviario, y mi jefe allí me dijo: ‘Usted va a hacer mamas, porque si hace de todo no hará nada bien, tiene que concentrarse en una cosa y será mamas'; y así quedé a cargo del consultorio de patología mamaria”.

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El doctor Francisco Gago en un momento de su discurso al recibir la distinción en la Legislatura provincial.

El doctor Francisco Gago en un momento de su discurso al recibir la distinción en la Legislatura provincial.

A personalidades como Francisco Gago le caben espontáneamente las recomendaciones basadas en su vasta sabiduría profesional y científica. “No debemos titubear en la perseverancia, más allá de la inteligencia que podamos tener. Y esa perseverancia debe estar sostenida de los ideales y valores que nos inculcaron nuestros padres y los seres que nos formaron. Eso hace que, casi al final del camino, uno se sienta con cierta paz y tranquilidad”, reflexiona.

Es esquivo a la hora de calificar su desempeño o describir qué fue lo que supo aportar sobre el cáncer de mama. “Lo más importante es poder ayudar a la paciente con cáncer de mama, esa es mi mayor recompensa”, sostiene. Y recuerda que “más de una paciente nos ha desvelado una noche”. Es que Gago define a la medicina no como una forma de vida, sino que “es un estilo de vida, uno nunca puede despegarse de las pacientes, por más que vuelva a su hogar”.

La docencia, su gran pasión

Por otro lado, el doctor aboga por una mayor solidaridad entre sus pares de la profesión. “Uno puede tener muchos conocimientos, pero si no los comparte, y con calidez humana, no sirve para nada”, declara y pide a sus pares “no ser egoístas, no temer en mostrar sensibilidad y buscar la manera de viajar para enriquecer su trabajo con los avances científicos que ocurren en el mundo”. Lo dice él, que ha disertado en diferentes países, fue nombrado Maestro de la Ginecología Latinoamericana por la Federación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología (FLASOG) y tiene discípulos de generaciones de profesionales hoy dispersos por el planeta.

En este sentido, reconoce que la docencia “es lo que más me gusta”, él que fue profesor titular efectivo de Ginecología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo y es profesor emérito de esa universidad. Además, considera que “debía dar y así devolverle a la Universidad algo de todo lo que me dio, porque hice la carrera gratis en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), gracias a ello hoy también soy lo que soy”.

El doctor Gago no lleva la cuenta de la cantidad de mujeres que han visitado su consultorio en el Instituto GinecoMamario (IGM) que fundó hace 30 años y que mantiene hasta la actualidad como empresa familiar, atendiendo junto a su mujer, la doctora Ernestina Masiá, y uno de sus hijos, Enrique. Buena parte del resto de la familia también se desempeña en el instituto, en otros roles que no sólo los estrictamente médicos.

La transformación de la mujer actual

Sobre la salud femenina, Gago opina que “la mujer se deja estar muchas veces, producto de los cuidados que tiene en su hogar, de la dedicación a sus hijos y sumale a eso que la mayoría de las mujeres hoy también trabajan”. Para él, las mujeres “tienen menos tiempo para dedicarse a ellas y a veces posponen una consulta médica”. Ahí radica el problema para Gago y por ello insiste en la importancia de la detección precoz del cáncer de mama: “El dejarse estar es perder una oportunidad, es muy triste cuando uno recibe a una paciente y le encuentra un nódulo y resulta que hacía cinco o seis años que no se hacía un estudio ginecomamario; entonces es poco lo que la podemos ayudar”.

Es por esto que, avalado en su experiencia de rigor científico, asegura: "Al cáncer hay que ir a buscarlo, no esperar a que venga. Si yo lo busco, lo puedo encontrar antes, y si lo encuentro antes tendré un mejor pronóstico".

No obstante, el doctor Gago diferencia la conducta de la mujer actual a la del pasado. “La toma de conciencia ha cambiado en la mujer joven, que realiza sus controles anuales; todavía cuesta en la mujer más adulta que no se hace el chequeo por miedo y se deja estar”, afirma.

Acerca de la inquietud por de los orígenes del cáncer y la evolución de la ciencia en este aspecto, el médico especialista en mastología y en cirugía general que dejó su legado también en el hospital Italiano de Mendoza, dice: “Como el cáncer es multifactorial, evidentemente hay que mantenerse siempre actualizado, estudiando; hay que ser perseverante para llegar a serle útil a la paciente. Siempre me preguntan hasta cuándo voy a atender en el consultorio, y yo respondo que mientras pueda seguir estudiando, lo voy a hacer porque seré útil para la paciente”.

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A sus 73 años, el médico experto en cáncer de mama sigue estudiando, investigando y atendiendo pacientes en su consultorio.

A sus 73 años, el médico experto en cáncer de mama sigue estudiando, investigando y atendiendo pacientes en su consultorio.

Gago es consciente que “la mujer de hoy no es la misma de cuando yo me recibí, ahora está más informada, consulta todo en Google, por eso hay que decirle sobre los avances que hay en el mundo para que sepa y pueda aprovechar de ellos”.

Un doctor que salva vidas

Fernanda Sabadín fue artífice del homenaje al destacado médico mendocino en la Legislatura, que se desarrolló en el Salón de los Pasos Perdidos. Lo propuso en su rol como senadora provincial, pero también como profesional de la salud –ella es odontóloga- y más aún como paciente de Gago tras haber superado un cáncer de mama.

“El doctor Gago me salvó la vida”, expresa contundente la legisladora, quien el año pasado impulsó la Ley de la Semana Rosa en Mendoza aprobada por la Casa de las Leyes con el fin de promover durante cada semana del 19 de octubre actividades en todo el territorio mendocino, en conjunto con municipios y organismos no gubernamentales, para concientizar e informar sobre la enfermedad y la importancia de la detección precoz del cáncer de mama.

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El médico especialista en cirugía general, mastología y ginecología posa con su diploma junto a la senadora Fernanda Sabadín.

El médico especialista en cirugía general, mastología y ginecología posa con su diploma junto a la senadora Fernanda Sabadín.

“Ella habla desde el corazón y eso es muy lindo, hay que hablar desde el corazón y decir lo que uno siente”, contestó Gago sobre las palabras de Sabadín que representan las de tantísimas mujeres que se trataron con esta eminencia del tema. “Tenía 39 años, una familia hermosa, tres hijos pequeños, me quería curar pero estaba muy asustada”, cuenta la paciente y resume: “Fuimos a verlo con mi marido y él me dijo mirándome a los ojos: ‘Si te querés curar, te pido que pongas lo mejor de vos, que confíes en mí, vamos a salir adelante juntos’. Así fue que salí fortalecida, durante el tratamiento estudié Gestión en Salud y llegué a ser subdirectora del hospital Paroissien y luego nunca imaginé estar acá como legisladora”.

Para Sabadín fue un sueño cumplido rendir honores a su médico porque “alzo la voz de muchas mujeres que no tienen la posibilidad de transmitirle lo que significa él en sus vidas; transmite esperanzas, firmeza, optimismo”, y completa como paciente recuperada: “El cáncer de mama te marca la vida para siempre, y cuando lo tratamos con personalidades como él, transforma momentos de oscuridad, de dolor e incertidumbre, en luz. “El cáncer de mama te marca la vida para siempre, y cuando lo tratamos con personalidades como él, transforma momentos de oscuridad, de dolor e incertidumbre, en luz.

Eso es invalorable, la sociedad necesita líderes como él y por eso deseo que haya muchos Gagos en el mundo”.

Quién es el doctor Gago para uno de sus hijos

Al acto de reconocimiento y entrega de diploma a Francisco Gago en la Legislatura de Mendoza asistió buena parte de su familia, nietos incluidos; pero hubo una sorpresa para el homenajeado: la presencia de su hijo Marcelo, quien viajó de Chile para estar presente por primera vez en tantas distinciones que su padre ha recibido aquí y en el mundo.

“Principalmente para mí es un reconocimiento a su desinteresada entrega a la medicina”, expresa con lágrimas en los ojos Marcelo, administrador de empresas que lleva años viviendo fuera del país. “Y en lo personal, le agradezco por buscar siempre el bienestar de todos los que lo rodeamos, siempre buscó que toda la familia esté unida a pesar de las circunstancias”.

Desde niño, la imagen que se le viene a su cabeza de su padre es “encontrarlo en casa a cualquier hora leyendo, estudiando, investigando”, por lo cual para Marcelo, el doctor Francisco Gago es “ejemplo de humildad, de sacrificio, de pasión y compromiso; traspasar lo posible ha sido un estandarte en su carrera” “ejemplo de humildad, de sacrificio, de pasión y compromiso; traspasar lo posible ha sido un estandarte en su carrera”

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Su mujer, la doctora Ernestina Masiá, sus cinco hijos, nietos, yerno y nueras asistieron al acto en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura.

Su mujer, la doctora Ernestina Masiá, sus cinco hijos, nietos, yerno y nueras asistieron al acto en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura.