Apure ese motor. En la siesta mendocina, el sol resulta implacable. Caminar bajo sus rayos puede ser una verdadera osadía.
De ahí que estos dos trabajadores prefirieron ser transportados en la pala de la excavadora.
La escena ocurrió en la calle principal de Costa de Araujo, Lavalle.
Aunque no se trata de un vehículo veloz, ni tiene aire acondicionado, ayudó a paliar el calor sofocante.